1. Mis odiosas hijastras (4)


    Fecha: 29/09/2023, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... que al fin y al cabo eran normales. Pero esta mocosa estaba exagerando.
    
    —¿Y lo hicieron a la vez? —dijo Sami.
    
    —Bueno chicas. Basta —intervino Agos, consciente de que la conversación se había tornado muy personal.
    
    Pero por un momento me pareció que su disgusto se debía a otra cosa. Al hecho de que ella no estaba siendo el centro de atención. En lo que respectaba a sexualidad, parecía que su hermana le sacaba mucha ventaja. Y muchos preferían a una mujer sumamente sexual antes que a una criatura perfecta e inalcanzable como ella. Aunque no estaba seguro de si esto último le importaba mucho. Simplemente no tener el rol protagónico en una situación cualquiera era lo que la sacaba de sus casillas.
    
    —¡La puta madre! Se me acabó la batería —se quejó de repente Valentina, cortando el ambiente erótico que se había armado.
    
    —Jodete. Encima que tenías poca batería, ponés un video… —se burló Sami.
    
    Eso me hizo pensar que Valentina realmente tenía mucho interés en mostrar ese video. La idea de que buscaba provocarme tomaba mucha fuerza. También me percaté de que Sami no había hecho mención a ninguna experiencia personal. Eso no resultaba raro, ya que era de carácter tímido. Pero el hecho de que Valentina no insistiera en que contara algo, así como lo hizo con Agos, sí que me llamaba la atención. ¿Sería que había algo en la vida sexual de Sami que era considerado tabú, incluso para su extrovertida hermana? No pude evitar pensar en que alguno de los hombres con los que ...
    ... había salido Mariel le había hecho algo malo. Eso podía explicar el hecho de que a pesar de que ya estaba crecidita parecía desconocer muchas cosas sobre el sexo, pues una experiencia traumática en este aspecto podía hacer que sintiera rechazo por las prácticas sexuales. Incluso la pornografía parecía una novedad para la chica. Sentí que la sangre me hervía de la bronca que me había despertado la idea de que hubiera sido abusada. Un sentimiento de protección que no creí que iba a sentir en ese momento apareció con mucha fuerza. ¡Mierda! Los sentimientos hacia Sami eran tan ambiguos, que incluso siendo un hombre hecho y derecho, que ya había pasado hacía rato los treinta, me sentía confundido.
    
    —Me agarró sed. Voy a tomar un vaso de agua —dijo Agos.
    
    Su elegante figura se irguió en medio de la oscuridad, y se fue caminando, con la espalda recta, meneando las caderas de manera sutil, sin exagerar, como si fuera una modelo. En los últimos minutos había estado pensando tanto en sus hermanas, que su exacerbada belleza casi había sido olvidada. Pero ahí estaba, la más grande, la más inteligente, la más hermosa —al menos en lo que respecta a rasgos faciales—. Si había una mujer a la que sería lindo acabarle en la cara, era ella. No solo por el morbo que me generaba el hecho de eyacular sobre una mujer que aseguraba que no le gustaba que se lo hicieran, sino por lo bello que sería manchar esa perfecta carita de piel lozana. Una cosa que no les dije —y no les diría— a las hermanitas, ...