Mis odiosas hijastras (4)
Fecha: 29/09/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... susemblante
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Fue justamente la más chica de las hermanas la que puso fin al video, y guardó el celular en su bolsillo.
—Perdón Adri —dijo. Y como si acabara de caer en la cuenta de que yo estaba a su lado viendo la misma película, se sonrojó, o al menos eso me pareció.
—Está todo bien —dije yo, y palmeé su pierna, como para tranquilizarla.
—Pero si Adrián habrá visto cosas mucho más zarpadas que esa —insistió Valentina—. Y también las habrá hecho …
—Pero ese tipo de cosas son asquerosas —intervino Agos—. Un adulto aprovechándose de una menor. A vos no te gustan ese tipo de películas, ¿No? —me preguntó.
Medité bien en lo que iba a decir. Lo cierto era que solo se trataba de ficción, tal como lo había dicho Valentina. En ese sentido no tenía nada de malo disfrutar de esos videos. Eso no significaba que uno fuera a hacer lo mismo en la vida real. Pero no podía olvidarme de que Valentina sabía perfectamente lo mucho que me atraían las colegialas sexys. Así que tampoco podía andar con mentiras tontas.
—Bueno, esto es solo una película. En la vida real, mientras todo sea consensuado, no debería haber límites para disfrutar del sexo —respondí al fin.
Sentí que Sami me apretaba el brazo. Yo tenía miedo de que Valentina me hiciera alguna pregunta que me expusiera. Pero por lo visto parecía que mi fallido intento de seducirla era algo que quedaría entre nosotros por el momento. Ahora las sospechas apuntaban de nuevo a ella, aunque la inocente Sami, que no ...
... se alejaba de mí, también era una posible candidata para ser cogida por su padrastro. Me hice una pregunta que no me había hecho hasta el momento: ¿Sami era virgen? Estaba claro que las otras no lo eran, pero la más pequeña, además de ser muy chica, se mostraba inocente y tímida, tanto que parecía que era la primera vez que veía pornografía. Nunca había tenido un fetiche con las vírgenes, pero la idea de ser el primer hombre de ella me despertaba nuevamente esa ternura que se tornaba muy extraña cuando se mezclaba con la lujuria. En ese sentido, lo que empezaba a experimentar por Sami era bien diferente a lo que sentía por las otras dos, sobre todo por Valentina, quien me despertaba una excitación primitiva, que me hacía sentir un animal alzado.
Valentina sonrió. De repente pareció acordarse de algo. Colocó su celular en el soporte. Abrió una conversación de WhatsApp, y dio play a un video que le habían mandado.
—Miren lo que mandaron los chicos de vóley —dijo.
Valentina era la más hiperactiva de todas, y entre sus muchas actividades se encontraba la de jugar al vóley para un club del barrio. Nunca había ido a verla, porque para empezar jamás me había invitado. Sin embargo pude husmear en varios videos que subía en sus redes sociales. Verla con el pelo atado, la expresión concentrada y el cuerpo brilloso por el sudor, era un espectáculo digno de apreciar. Y ni hablemos de ese short que utilizaba, que dejaba sus gruesos muslos al desnudo y se adhería a su cuerpo como ...