Mis odiosas hijastras (4)
Fecha: 29/09/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... una segunda capa de piel. Como era costumbre en ella, había intimado más con los varones del club antes que con las chicas, cosa que hacía preguntarme si alguno de esos deportistas había tenido la suerte de ejercitarse con ella.
El corto video no tardó mucho en desvelar de qué se trataba.
—Qué carajos —dijo Agos.
—¿De verdad una mujer puede aguantar eso? —preguntó Sami.
—¿Y eso te mandan tus amigos? Qué desagradables —opinó Agos.
—No es que me lo mandaron a mí. Tienen un grupo y yo estoy en él. Y bueno, ya saben cómo son los hombres. Tienen la idea fija, y se piensan que las mujeres somos unos juguetes sexuales.
—Así será como piensan los hombres con los que vos tratás —dijo Agos, que no perdía oportunidad para dejar mal parada a su hermana.
No atiné a decir nada, pero no se me escapó el hecho de que mientras hablaban no sacaban los ojos del video, al igual que había sucedido con el que había puesto Sami. Sabía que a las mujeres también les gustaba la pornografía, pero este video en particular parecía más adecuado para un público masculino, ya que así como lo había mencionado Valentina, la mujer estaba siendo usada como un mero juguete sexual. En el video se veía a una voluptuosa actriz, cuyas tetas se bamboleaban mientras era penetrada. Se encontraba sobre un hombre que le enterraba una gruesa verga en el sexo, mientras que otro se la metía por el culo. Pero eso no era todo. La mujer estiraba ambos brazos para masturbar dos pijas a la vez que era ...
... penetrada por sus dos orificios. Como frutilla del pastel, un tercer hombre apareció en escena, ofreciéndole una grande y venosa verga, que ella se metió a la boca sin dudarlo un segundo.
—Wow, qué sincronización —dijo Sami, y nuevamente sentí que apretaba mi brazo con sus manitos pequeñas.
En efecto, la mujer era toda una experta, que chupaba la verga sin dificultades a pesar de tener ambas manos ocupadas, y de que su cuerpo se movía constantemente debido a las intensas penetraciones. La imagen se tornó algo grotesca cuando un montón de saliva de la chica se fue deslizando por su rostro. Era el efecto que le producía el miembro que entraba una y otra vez en su boca. Vi que Agos ponía cara de espanto, pero sin poder dejar de mirar. Valentina parecía una niña viendo un programa que la divertía mucho, pero detrás de ese aparente disfrute infantil noté que de verdad le gustaba la manera en que poseían a la mujer del video. Sentí la respiración entrecortada de Sami, quien parecía agitada. Me dieron muchas ganas de meter mano en ella, esta vez sin ninguna contemplación, pero me contuve. Delante de las otras no podía hacerlo.
Nadie dijo nada más. El video apenas duraba minuto y medio, y ninguno quiso interrumpirlo. Era un fragmento muy corto de una película, pero fue más que suficiente para encandilarnos. Yo había visto miles de películas igual de intensas, y otras que lo eran mucho más. Pero el hecho de compartir ese momento con mis hijastras le daba otro color a ese momento. ...