Matrimonio convencional (Parte I)
Fecha: 30/10/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Ginjm, Fuente: CuentoRelatos
... debía hacerlo (o era lo que yo pensaba para justificar lo que estaba a punto de hacer ¿?). Me quedé embobado mirando semejante potencia y virilidad, un tótem impropio para alguien con tanta edad.
Uno frente a otro, Don Cosme en una posición de Superioridad, no sólo por su altura, sino porque yo me sentí empequeñecido, mi cabeza agachada hipnotizado mirando su virilidad.
-¡Hazlo de una puta vez!, por tu cara veo que te gusta mi polla, viciosillo, si lo haces bien te dejaré que la vuelvas a tocar. Levanté la cabeza y lo miré a la cara, mi mano se aferró a ese tronco caliente, duro, palpitante, orgulloso, casi no podía abarcarlo, comencé lentamente el sube y baja sin dejar de mirar absorto su expresión de lascivia perversa.
Vaya, tienes las manos finas, un poco frías, pero no sufras, se te calentarán rápidamente.
Mmmm, sigue, joder, tienes buena mano para las pajas, suave y delicada ¿Seguro que no lo has hecho antes? debes hacer muchas para tanta maestría ¿eres una putita? Me sonrojé avergonzado y ofendido a la vez.
Yo… N… Nun… ca, respondí balbuceando.
Ohhh, qué gusto me estás dando cabronazo, tienes manos de mujercita.
Su cadera se movía rítmicamente a la cadencia de mi mano, por momentos era él el que follaba mi mano, decidí adoptar una posición más cómoda para seguir con la paja, así que me acuclillé, su polla quedaba a la altura de mi cara, me invadió un olor masculino a polla pero no era desagradable ni sucio, mi polla a estas alturas estaba dura, me ...
... dolía, pero no quería que me viera así. Para guardar mejor el equilibrio y facilitar la maniobra puse mi mano izquierda en su cadera. Aquella posición acuclillada en una posición “inferior”, su polla cerca de mi cara, mis manos apoyadas en su cadera me hicieron sentir cosas que no podía explicar, estaba excitado y avergonzado a la vez. La polla de Don Cosme comenzaba a destilar líquido preseminal, lo que facilitaba la aparición y desaparición del capullo cada vez más púrpura, el sonido de la paja se volvió más evidente con el chapoteo de la piel, el líquido viscoso y mi mano. Me estaba gustando, disminuí el ritmo hasta hacerlo casi a cámara lenta, una extraña excitación me estaba invadiendo, mientras lo hacía dejé de mirar su falo y levanté la mirada para ver su reacción.
Tenía los ojos cerrados, la cara de placer era innegable, cuando reduje la velocidad abrió los ojos, agachó la cabeza. Su sonrisa se volvió perversa. – Mmmm Veo que lo estás disfrutando, viciosillo, eres un pervertido, me gusta, Ahhhh, qué bien, sigue, esto no es más que el comienzo, no te preocupes, te daré más ración de polla, a partir de ahora vas a ser mi putita maricona. Pero ahora no te entretengas en juegos, tienes que sacarme toda la leche, no querrás que nos encuentren así, ¿no? Jeje.
-No me hable usted así, por favor, dije, sorprendiéndome mi tono sumiso. Y Claro, no, no quiero que nos pillen así, claro que no. Aumenté el ritmo de la masturbación, no era momento de recrearse.
-Así, Asiii, ...