El Caribe mexicano me dio más de lo que esperaba
Fecha: 07/01/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos
... desde la nuca, bajando por mi espalda lentamente mientras quitaba completamente mi prenda. Yo no llevaba corpiño, por lo que al instante quedé únicamente con la tanga de encaje negra que llevaba. Bajó besándome y jugando con su lengua por mi columna, hasta que llegó a mi culo. Se arrodilló frente a él y lo tomó con las dos manos mientras besaba mis nalgas.
Bajó mi ropa interior que comenzaba a humedecerse, hasta caer al piso. Abrió mis nalgas y empezó a chupar el orificio de mi culo. Lo hacía tan perfectamente que no tardé mucho en comenzar a respirar sonoramente y emitir algunos gemidos.
De repente vi la puerta del balcón que habíamos dejado abierta, y caminé hacia ella.
- Vení - le indiqué.
Nuestro balcón daba a la playa del hotel, y desde el piso cinco se veía el mar hermoso bajo la luna redonda y brillante. Quien pasara por la playa podría vernos, pero estaba prácticamente desierta en aquel horario, y además, tampoco me importaba mucho ser vista. Me apoyé sobre la baranda mirando hacia el mar, agachandome un poco para apuntar mi culo hacia Lucho.
Él volvió a su tarea, y empezó a meter sus dedos en mi vagina ya mojada.
- Mirá cómo estás. Te quiero coger toda.
Me di vuelta a mirarlo y lo besé con lujuria mientras quitaba su remera. La dejé caer en el piso y desabroché sus bermudas. Saqué su pene que ya estaba bastante duro y lo masturbé. Luego, mirándolo a los ojos le imploré:
- Cogeme.
Él sacó sus zapatillas, y quitó su bermuda y su bóxer que ...
... tenía todavía en las piernas. Con brusquedad dio vuelta mi cuerpo nuevamente para que quedara dándole la espalda.
Conmigo apoyada contra la baranda con ambos brazos, me penetró y comenzó a moverse de una manera que me hizo olvidar nuevamente que quizás hubiera gente durmiendo en las habitaciones contiguas.
Aumentó el ritmo de sus movimientos y con uno de sus pulgares comenzó a bordear mi ano. Al notar que yo gemía aún más profundamente, llevó su dedo a su boca, lo lamió, y luego comenzó a meter aquel dedo en mi culo bien despacio sin suspender sus embestidas. Yo sentía que iba a venirme pronto y él, que también lo percibía, me tomó del pelo bien fuerte con la mano que le sobraba y aceleró al máximo su penetración mientras movia su dedo en mi culo suavemente. Finalmente tuve un orgasmo intenso y espectacular en el que no pude ahogar un grito de placer.
Justo en aquel momento noté que en el balcón de al lado había alguien mirándonos silenciosamente. Era un hombre, no se veía demasiado pero parecía tener unos 35 o 40 años.
- Tenemos público - le dije sonriendo morbosa mientras recuperaba el aliento.
Ver que había gente mirando nos excitó mucho a los dos.
- Quiero que me des por el culo mientras nos miran.
Lucho me miró embelesado y sin decir nada, volvió a inclinarme sobre la baranda.
Con su mano izquierda se masturbaba lentamente, mientras con la otra masturbaba por detrás mi vagina para utilizar mis fluidos como lubricante. Yo gemía mientras sentía fuego ...