-
Tratando de buscar una salida (cap. 1): William
Fecha: 18/05/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... adentro toda y otra cosa, a ti te gusta que te den por culo y a mí me gusta dar por culo, en esto no hay problemas. No era que me hubiera convencido simplemente que no me había dado otra opción. Me estuvo singando todo el tiempo que quiso. Tenía razón en lo que nos gustaba a ambos y era mejor gozar y disfrutar del momento. Cambiamos de posición tumbados sobre un costado, el sosteniendo una de mis piernas y metiendo y sacando, era la primera vez que me sentía así, la primera vez que sentía una pinga entrando de esa manera. Se vino abrazado a mí, como si se fuera a caer de un precipicio. Nos besamos, cuando sacó su pinga me dijo alzando una de mis piernas: —¡Déjame ver ese tesoro chorreando leche! ¡Me gustaría que te quedaras con mi leche adentro! En efecto sentía como desde mi culo se escapaba su semen aun caliente, pero él no se detuvo ahí. Era una nueva sensación, porque con William no fue así. Eso que me había hecho me gustó y lo recuerdo con gusto. Lo dijo mientras que con sus dedos recogía el semen y lo volvía a introducir en mi dilatado culo. No oculto que aquello me chocó algo, era la primera vez que alguien me hacía semejante cosa, que me vacilaba y gozaba. Roberto era un buen experto, tenía experiencia. Nos quedamos charlando en la cama desnudos, él abrazado a mí, de vez en cuando me besaba la nuca, las orejas. Me dijo que era médico, que trabajaba en Boyeros, me preguntó igual muchas cosas. —¡Quédate a dormir!, además ya es tarde, no va a haber guaguas ...
... ahora y bueno, así singamos de nuevo. Claro que fue así, dormimos poco esa noche, para mí fue la primera noche tormentosa, hicimos el amor dos veces, al rato de nuevo y al amanecer, antes de que me fuera yo. Esa segunda vez fue muy pasional, no podría decir cuánto duró pero sí tengo que aceptar que me gustó mucho, por la mañana fue algo rápido, me dijo que me quedara quieto boca abajo y me singó así. —¡Aprieta bien los muslos y el culo para que me saques rápido la leche! Lo sentí meter y sacar, gemir, mugir a mis espaldas, después él mismo me descubrió que singando así, me frotaba mejor la próstata y que por eso me había hecho eyacular en la cama. Después salimos de la casa antes que la gente de la cuartería empezara a salir, me acompañó a la parada y quedamos que pasaría de nuevo por su casa. Pasaron tres días y nos volvimos a encontrar, singamos con la misma pasión del primer día, era incansable y yo le seguía. Me sentía bien y más porque era en un territorio neutral, lejos de donde yo vivía. Aquel día cuando terminamos me propuso algo que antes no había escuchado. —¡Oye, vamos a casa de un amigo mío en Boyeros! Roberto vio mi sorpresa. —Es un buen amigo, hacemos lo que quieras, charlar, beber algo aunque yo te propongo singar. ¡Mira no te asustes, no pongas esa cara! Es una persona muy decente y haremos lo que tú digas. No te invito a hacer un trío, solo si tú quieres sí, sino, pues nada, tu y yo solos. Terminamos yendo a casa de su amigo, se llamaba ...