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Tratando de buscar una salida (cap. 1): William
Fecha: 18/05/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... Julio, era un tipo mulato, grande y fuerte. No vivía muy lejos de la parada, tenía un apartamento pequeño para él solo. Parecía simpático y alegre, nos presentó Roberto. Julio sonriente dijo que Roberto hablaba mucho de mí. Al parecer todo había sido tramado con antelación y mi presencia en el lugar era parte del plan. Julio sacó unas cervezas y chicharritas de plátanos, nos sentamos en la sala. Julio dijo que había invitado a no sé quien pero que no iba a venir. Ya con aquella frase supe que estaríamos los tres, solo los tres. No me gustaba mucho la idea, seguía yo con el complejo de que era mejor dos personas que aquel trío que parecía formarse ya. Cuando Roberto que había estado todo el tiempo besándome y acariciándome me dijo que me pusiera cómodo, sinónimo de que me desnudara, fue cuando dije que me iba. Julio se me acercó y me dijo al oído: —¡Mira, chico, no pasará nada que no te guste! ¡Te vamos a singar por turno y tú estarás en la gloria! Acto seguido se desabotonó los bermudas que llevaba y me blandió casi en las narices un pingón gordo y grande. Me recordó al de William, pero este era más oscuro. Roberto empezó a quitarme la ropa. Julio me agarró la cara, me besó y me dijo: —¡Para esta pinga hay cola, hay allá afuera un montón de maricones locos por que se la meta! ¿No me digas que tú no quieres? —¡Oye, no lo asustes! ¡Todo va a ir bien! Fueron las palabras de Roberto que me llevó al dormitorio mientras hablaba conmigo. —¡Mira, no va a pasar nada ...
... malo! ¡Vamos a gozar! Ya te lo decía yo el primer día, aquí todo está claro entre nosotros, lo que te gusta a ti y lo que nos gusta a nosotros. Además, si no puedes lo dices y paramos. Así que relájate y vamos a gozar. Lo que siguió fue una masa de tres cuerpos unidos, lamiendo, chupando, gimiendo. Fue Roberto quien empezó singándome mientras me comía el trozo de machete que tenía Julio, después se intercambiaron. Se me escapó un quejido cuando me penetró Julio, que muy al contrario de cómo se había comportado al principio, se preocupó porque no me doliera. Estuvo singándome hasta que se vino, enseguida se puso Roberto hasta que eyaculó. Julio trajo un espejo para que viera como me había dejado el culo. —¡Cojones qué culo más rico! Se lo dejamos rosado y chorreando. En efectivo, tenía el culo dilatado, rosado y el semen blanco salía a por botones pues ambos se habías venido dentro de mí. Yo estaba asombrado, no había visto semejante cosa, era la primera vez que estaba en un trío y que me singaban así. Julio se arrodillo al borde de la cama y agarrando mis piernas empezó a lamer mi culo y a comerse la leche que salía. —¡Qué culo más rico! Decía y repetía muchas veces. De pronto se levantó y me metió el pingón que ya se le había puesto duro, lo metió despacio, vacilando como entraba. —¿Cómo te lo sientes ahora? Claro que me sentía bien, ya estaba dilatado. Roberto se sorprendió cuando volvió del baño a donde fue a lavarse. Se fue la luz en ese momento, cosa ...