El calvario de Luciana (12)
Fecha: 20/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... las manos que quiero palparlas, -dijo Eloísa y cuando tuvo sus manos en las tetas de la jovencita las oprimió entre sus dedos, duros como garfios:
-Mmmmmmhhhhhhhh… aaahhhhhhhhhh… ¡Qué tetas tiene!... ¡Es perfecta, la muy putita!
El juez se apartó unos pasos, envolvió a Luciana en una mirada lasciva y dijo:
-Sí, está buenísima, pero vos sabés que es lo que más me calienta de las putitas de Emilia.
-Sí, claro que lo sé, lo hemos hablado muchas veces, que están descerebradas, que ya no son personas sino hermosos animalitos con forma de mujer…
-Sí, qué pervertidos somos, ¿eh, Eloísa?... Si yo fuera un juez como corresponde esta mujer estaría procesada y presa de por vida, pero en cambio acepto sus muy generosas coimas mensuales y gozar gratis de estos animalitos hembras…
-La carne es débil querido, ¡jajajajajajajajajajajajaja! –dijo cínicamente la vieja y el juez también rió mientras rodeaba con sus brazos la cintura de Luciana y aferraba sus nalgas sintiendo que la verga se le iba poniendo dura.
-Bueno, basta de cháchara y que esta nena nos desvista, ¿No te parece, Alfonso?
El juez asintió y dijo dirigiéndose a Luciana:
-Ya oíste a mi esposa, pajarita, sacanos la ropa.
La jovencita se aplicó a la tarea y cuando el juez y su mujer estuvieron en cueros vio que el viejo tenía la pija erecta y oyó que le ordenaba tomarla con una mano. Lo hizo y la sintió palpitante entre sus dedos mientras la vieja, a sus espaldas, la besaba en el cuello y en los ...
... hombres al tiempo que con el vientre presionaba sobre sus nalgas en un movimiento rotativo al par que de avance y retroceso. Se sentía muy excitada pero su mente programada para obedecer era incapaz de tomar alguna iniciativa.
El Juez le ordenó entonces que se arrodillara y le mamara la verga. A Luciana le gustaba esa práctica, sentir esa cosa dura dentro de su boca, y se abocó a la tarea mientras la vieja le sobaba las tetas y jugaba con sus pezones. Momentos después el juez sacó su pija de la boca de Luciana e informado por Luisa buscó en la mesita de noche el pote de vaselina mientras le ordenaba a la putita que trepara a la cama y se pusiera en cuatro patas. En conocimiento de lo que haría su marido, Eloísa esperó que Luciana adoptara la posición ordenada y luego se acostó de espaldas frente a ella mientras el juez se untaba la verga con vaselina y después hacía lo mismo con el orificio anal de la putita.
-A ver, linda, quiero ver qué tan buena sos chupando una concha… Vamos, chupame… Y Luciana empezó a trabajar con su lengua en esa concha, provocando gemidos y fuertes jadeos en la vieja. De pronto se puso tensa al sentir algo en su orificio anal y se deshizo en un largo gemido cuando la verga del juez le fue entrando despacio hasta hundirse toda.
-Qué apretadito lo tenés, perrita… ahhhhhhhh…
aaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh…
Al escucharlo, Luciana interrumpió por un momento sus lamidas a la concha de Eloísa y dijo con su acostumbrado tono monocorde:
-Soy una perrita ...