Noche, playa, calor y algo mas
Fecha: 16/09/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Kike milan, Fuente: CuentoRelatos
... hasta mis muslos, puse rápidamente mi mano sobre la suya, fue como una reacción innata, un momento de cordura ante esa vertiginosa volada de erotismo, pero no pude evitarlo más y muy lentamente sus dedos tiraron hacia arriba mi vestido y yo cedi, su mano comenzaba a deslizarse por mi muslo tocando mi piel, sentía lo cálido de su mano y de pronto me entregue, no lo soporte más, mi cuerpo entero lo pedía, doblé un poco mi rodilla y la incline hacia un lado, exponiendo mi vagina, él se dio cuenta de inmediato de mi gesto, bajo su mano y toco mi vagina, no pude evitar que mi cuerpo reaccionara a su tacto, solo basto su leve toque por encima de mis bragas y mis caderas se levantaron levemente, él lo pudo apreciar, ya que mientras nos besábamos sonrió, corrió mi braga lentamente y toco mis labios vaginales, soltó un poco mi cabeza, me miro a los ojos, y dijo, vaya, no sabes cuánto me encanta que estés así, y siguió besándome, sus dedos comenzaron a jugar con mis labios, introduciéndolos levemente en mi vagina, mi caderas por si solas se movían hacia delante y atrás buscando que los dedos de Diego se introdujeran más profundo.
Ven, me dijo, levántate un momento, se paró y me ayudo a levantarme de la arena, mire de reojo a la silla de playa y ahí estaban los hermanos, boquiabiertos, concentrados, habían prestado atención a todo lo que había ocurrido, y la verdad no me importo, mi grado de desinhibición era total. Una vez de pie, Diego me abrazo, colocando ambas manos en la ...
... parte baja de mi cintura, me apretó contra él y me beso, lo tome fuerte de la cabeza enredando mis manos en sus cabellos.
De momentos pensaba en lo que estaba haciendo, sabía que estaba mal, sabía que debía parar, era el momento para la cordura y dejar esto hasta ahí, pero no pude, fui débil y la desinhibición dada por los cigarritos voladores no ayudaban mucho y poco a poco fui cediendo.
Gracias a lo apegado que estaban nuestros cuerpos, podía sentir que su verga estaba dura, sin dejar de besarme, sus dedos comenzaron a jalar levemente mi vestido, hasta lograr levantarlo a la altura de mis caderas, tomo mis bragas con sus dedos pulgares, a cada costado de mis caderas y comenzó a bajarlas, levante una pierna para que se le hiciera más fácil quitármelas y para que no parara de besarme, me tomo fuerte de mi trasero con ambas manos y comenzó a mover su pelvis. De a poco comenzó a hacerme hacia atrás, pequeños pasos y muy lentos, me llevaba hacia atrás sin dejar de hacer lo que estábamos haciendo, me fue inclinando lentamente hacia atrás, trate de reincorporarme, pero no me dejo.
-Tranquila, me dijo
De pronto, siento unas segundas manos que me toman de los hombros y comienzan a jalarme hacia atrás, recordé que ahí estaba la silla de playa. Quede recostada sobre uno de los gemelos, este era un poco más intrépido e impaciente, comenzó a tocar mis pechos, fue como despertar de esa abstracción erótica que tenía con Diego, intente por segunda vez de levantarme, pero Diego ...