Madre enamorada (6)
Fecha: 01/10/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: starone, Fuente: CuentoRelatos
... lencería? - Pregunte confusa.
-No, no es eso... Subasto mis bragas usadas por internet - Dijo bajando su mirada cuál niña después de una travesura.
-Guau… Y ¿Tienes mucha demanda? - Se hizo un silencio entre nosotras. Tras el mismo, y a la vez que nuestras miradas se unían, rompimos a reír a carcajadas. Acabamos abrazadas, y yo, muy excitada, pose mi mano tras su nuca y la besé con pasión. Susana, dejo su boca entreabierta permitiendo que mi lengua conquistara a la suya. Mis manos recorrieron su cuerpo, su culo, su espalda, sus diminutos senos. Deseaba contemplarla desnuda, follarla, sentir que era mía… Deseaba compartirla con Belén, y sé que ella lo deseaba también. De ella había partido la idea de invitarla.
-Vamos dentro bombón- le dije tomando su mano de nuevo.
Subimos a la parte superior de la casa, donde estaba nuestra habitación. Abrimos la puerta y allí se encontraba Belén, desnuda y tumbada en nuestra cama, con sus piernas abiertas y uno de sus juguetes dentro de su selvática vagina.
-Os estaba esperando- Afirmó mi hija, cerrando sus ojos y acelerando el ritmo de sus caderas. Anticipando su primer orgasmo.
-¡Joder Belén, que vicio tienes! Dijo Susana, mostrando una mirada ojiplática y de lujuria.
Me sitúe detrás de Susana, besaba su cuello, mientras que hacía notar mis pechos y pezones sobre su espalda. Mis manos se alojaron en sus infantiles tetas, le dedicaba palabras soeces cerca de su oreja. Ella cautiva de mis caricias, giro su cabeza ...
... buscando mi boca. De la mía dejé salir un hilo de saliva que desembocó en la boca de mi amante, fundiéndose con la suya. Seguidamente, nos besamos con vicio y apetito desmedido.
Desabroche su pantalón y cayó reposando en sus tobillos. Baje sus bragas y bese sus nalgas. Me encantaba su piel suave y blanquecina, separe sus glúteos y besé sus labios vaginales, estaba completamente depilada. Ni rastro de vello. Escupí su ano y comencé a saborearlo. Su sabor era tenue y dulce, era una joven limpia, disfrute de sus aromas. Mi lengua se trasladó de nuevo a su vagina, empapada ya de sus amargos jugos, contrastando con los de su oscuro y diminuto recto.
Belén era privilegiada espectadora, su vagina seguía recibiendo las acometidas de su juguete, produciendo un húmedo y hechizante sonido, propio y característico de una masturbación.
Ordené a Susana se dirigiera a la cama. Se puso en frente de Belén en posición de a cuatro. Mientras yo divisaba su cuerpo desnudo, a la vez que me quitaba mi vestido, mis pantis y mis empapadas bragas. Empuje suavemente la cabeza de Susana dentro de las piernas de mi esposa. Obedeció con completa sumisión, y comenzando a lamer el clítoris de Belén. Produciendo en ella su enésimo orgasmo.
-¡Así Su, así cielo, no pares sigue. Qué bien lo haces!
-¿Te gusta lo que te hago?
-¡Fóllame con la lengua! Le ordenaba Belén.
-¿Así? -Preguntaba Susana mientras insertaba su lengua en la laguna salada de mi hija.
-¡Me vengo otra vez, ya viene, sí!- ...