Así fue como comencé
Fecha: 05/10/2024,
Categorías:
Primera Vez
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... asusta de que me hubiera embarazado.
Me fui directo a la cama. Estaba enojada y molesta conmigo mismo. Sabía que había disfrutado del sexo, pero no debería haber sucedido de esa manera. Todo había sido tan fácil para Macario. Y eso me preocupó bastante.
Di vueltas y vueltas por lo que parecieron siglos mientras revivía el momento en que Macario había disparado su carga dentro de mí, la culpa a veces amenazaba con abrumarme. El sueño llegó eventualmente, pero con él llegaron los sueños.
Estaba en la cama de Macario, retorciéndome de placer mientras me culeaba largo y tendido. Se sentía tan bien, Eso definitivamente había sido … extraordinariamente placentero…
Pero luego el sueño se alteró. Estaba parada en una puerta abierta, mirando hacia un dormitorio que no reconocí, mirando a dos personas en la cama teniendo sexo. El hombre era grande y tenía un trasero grande y peludo, que apuntaba directamente hacia mí. Debajo de él había una mujer. Todo lo que vi fueron sus brazos y piernas que sobresalían y se agitaban debajo de su cuerpo. Y ella gruñía y gemía mientras sus caderas subían y bajaban.
Y luego se volvió, me vio y sonrió. Jadeé en estado de shock. El hombre era el Sr. “Gorrion”.
Observé con horror cómo el rostro y el cuerpo de la mujer aparecieron a la vista. Era mi madre, completamente desnuda y gritando de éxtasis ...
... mientras llegaba a su estremecedor orgasmo. Su cuerpo se sacudió y sufrió espasmos cuando el clímax la atravesó.
Y luego fui yo en la cama, luchando por escapar mientras el Sr. “Gorrion” trepaba entre mis muslos y forzaba su gran verga dentro de mi coñito aparentemente húmedo y dispuesto. Y cuando entró en mí, grité.
Y luego me desperté, mi respiración entrecortada, mi cuerpo cubierto con una fina capa de sudor mientras la conmoción y el horror volvían a inundarme.
Incapaz de detenerme, mi mano se deslizó entre mis piernas, mis dedos tantearon los labios de mi vagina, sintiendo el semen de Macario mientras seguía goteando por mis muslos. Mis labios estaban hinchados. Toqué mi clítoris y me estremecí.
Me corrí rápidamente y mientras lo hacía, visiones de hombres cogiéndome inundaron mis sentidos y llenaron mi mente.
A medida que mi respiración se hizo más lenta y los latidos de mi corazón se calmaron, hice un balance de mis sentimientos.
¿Me gustaba el sexo?
Sí, definitivamente, de eso no tenía ninguna duda.
¿Había disfrutado del sexo con Macario?
Sí, puede que haya sido viejo, pero Dios, seguro que sabía cómo culear,
Y no porque era viejo. Una chica decente y educada como yo no debería tener sexo con hombres, así como así. Simplemente no estaba bien.
¿Era esto una señal de lo que vendría?
Solo el tiempo lo diría.