1. Pija ajena en concha, culo y boca trae problemas


    Fecha: 01/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... escuché.
    
    - “Pero no reaccionaste”.
    
    - “En realidad mi reacción fue leve, suspendí toda muestra de afecto especialmente la intimidad, en la esperanza que recapacitara pero evidentemente fue inútil. Y desde ese momento tu compañía fue mitigando mi dolor”.
    
    - “Federico, hace tiempo tengo un interrogante girando en mi cabeza y la respuesta la tenés vos ¿me ayudarías?”
    
    - “Ya estoy en un brete, la introducción anuncia peligro pero no te puedo negar mi ayuda, podés disparar los cañones”.
    
    - “Hace más de un año que compartimos hermosos momentos y nunca tuviste para conmigo alguna insinuación tan común entre los hombres, ¿no te atraigo?”
    
    - “Sabía que esto venía difícil, pero te di mi palabra. Sí, me atraés y mucho, pero le tengo pánico al rechazo, si tuviera un avance y me frenaras me moriría de vergüenza, sería incapaz de mirarte nuevamente a la cara, y me aterra perder tu compañía”.
    
    - “O sea que sos un cagón de marca mayor con complejo de inferioridad”.
    
    - “Sí, pero no es ilógico; en esta relación la que pierde sos vos, juventud, belleza y largo futuro por delante, contra un maduro, mañoso y golpeado”.
    
    - “Eso es cosa mía, sigamos la danza mariquita”.
    
    Siendo un negado total para bailar suelto aprovechábamos las lentas, donde el correr de los minutos, la belleza y sensualidad de la mujercita que tenía entre los brazos, el roce natural del baile y la forzada abstinencia, hicieron que se produjera la espontánea reacción
    
    - “Eso duro que me punza entre las ...
    ... piernas es lo que creo?”
    
    - “Si crees que es mi miembro pugnando por hacerse espacio en ese lugar, estás en lo cierto”.
    
    - “Y lo decís como si estuvieras satisfecho”.
    
    - “Dos cosas me ponen contentísimo, por un lado la sensación deliciosa de que esa parte blanda, aunque cede a mi empuje no se retira, y por otro a que todavía no tengo cuatro dedos marcados en la mejilla”.
    
    - “La diferencia de edad hace que esto sea casi la corrupción de una menor”.
    
    - “Aunque lo estoy disfrutando te aseguro que no fue mi intención”.
    
    - “Eso lo sé, tus intenciones para conmigo nunca han sido malas; aceptarías un pedido?”
    
    - “Con los ojos cerrados”.
    
    El pedido lo hizo en un susurro con la boca pegada a mi oído.
    
    - “Corrompeme del todo papito, quiero sentirla entre mis nalgas mientras metés la mano por la cintura de la falda que es elástica, el faldón largo de la camisa va a tapar. Acariciame tesoro, no hay otro obstáculo a vencer porque me saqué la bombacha cuando fui al baño”.
    
    Y giró dándome la espalda; si hubiéramos ensayado la coordinación el resultado no habría sido tan bueno, el bulto que sobresalía a la altura de mi bragueta quedó en el canal que divide los glúteos y ella con dos movimientos laterales hizo que ambas esferas lo acunaran dando comienzo a una deliciosa tortura; los pasos del baile hacían que el tronco, descansando entre los dos globos, fuera mecido a derecha e izquierda según el pie que se movía, elevando mi excitación a pasos agigantados. En eso ella giró ...