1. Mariana, la presidenta de colonos (2)


    Fecha: 02/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Madr77, Fuente: CuentoRelatos

    ... empezó a meterme su gruesa verga en mi vagina, la cual a pesar de que estaba muy estimulada por la deliciosa mamada que me dio Irina, le estaba costando entrar
    
    - ¡Me duele, Dimitri! ¡Por favor, retírate! ¡Échate para atrás! ¡Aayyyh! ¡Aauuch! ¡Dueleee! ¡¡Dueleee!!, le pedía y me quejaba.
    
    Aun así, sentí cuando los estirados labios vaginales cedieron, dándole la entrada a ese monstruoso miembro
    
    - ¡Ay, Diosss! ¡No puedooo! ¡No la aguantooo! ¡Sacalaaa!, graba de dolor, pero no lo hizo
    
    El empezó a realizar un lento movimiento coital, el dolor era demasiado.
    
    - Es…, Espera…, De… Déjeme ahí un ratito… Ne… Necesito adaptarme, le pedí, aceptando mi desgracia, ¡No te muevas, pinche ruso! ¡Aaayyy! ¡Por favor no te muevas!
    
    - ¿Como la sientes, puta? ¡Quiero empezar a moverme dentro tuyo! Quiero que me digas como me la sientes, exigió saber el ruso orgulloso de tenerme ensartada.
    
    - Grande… Es demasiado… Te… Te la siento bien parada dentro mío.
    
    - ¡Jejeje! ¿Qué dijiste, putita? No te escuché, me consultó el muy patán, disfrutando de lo que le decía ya casi desmayada.
    
    - Que la tienes muy grande…, grite desaforada
    
    Irina se acercó a mi dándome un beso, tierno y erótico y me dijo.
    
    - Mariana con esto te consagras de puta, has recibido una de las vergas mas gruesas en tu vida, volvió a besarme y al tiempo que acercaba un frasco de Popper y lo inhalamos entre las dos, haciendo olvidar ese grueso miembro en mi vagina y excitándome sobremanera.
    
    A esas alturas, ...
    ... Dimitri, había empezado a meter y a sacar su verga con un poco más de fuerza y velocidad, vulnerando aún más mi mente. Pues al estar pendiente de cuanto ahondaba la verga, para que no me lastimara mucho había comenzado a poner atención en la deliciosa fricción que se originaba con ese acelerado mete y saca.
    
    - ¡Oh Dios! ¡Diooos! ¡Tu… ¡Tu pene… es… es enorme!, exclamé por fin, sin poder aguantarme y sin más comencé a mover la pelvis, soltándome e intentando buscar el mismo ritmo con el que me metían la verga.
    
    - ¡Ohhh putitaaa…! ¡Que rico que te comiste mi vergaaa…!!, escuche decir a Dimitri
    
    - ¡Ayyy…! Mmmm ¡Ufff…! Ayyy, Siiii…! Ohhh…!! ¡¡Dios…!! ¡¡¡Diossss…!!! ¡¡¡Diooos…!!!, ya gritaba audiblemente por cada feroz vergazo que me metía el ruso.
    
    Irina, sin dejar de besarme empezó a hurgar en su bolso y con dificultad, saco un consolador de él, pero no era un consolador normal, era como dos penes unidos por la base, el tamaño era enorme, cada una tenía un tamaño de unos 20 centímetros y un grosor de más de tres dedos, con él en la mano, se acercó a mí, empezó a acariciar la cara y beso mis labios nuevamente, nunca hasta un par de noches había tenido algo con una mujer y esto era maravilloso, nuestras lenguas jugaban y nos acariciábamos.
    
    Se separó un momento para quitarse su blusa unos pechos grandes, pero más pequeños que los míos aparecieron, tenían un tono tostado, igual que el resto de su cuerpo, con unas aureolas oscuras por el sol y unos pezones pequeños y duros. Los ...