Algunos, con un piropo, abren piernas
Fecha: 01/01/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... buscando normalizar la respiración. Por suerte esta deliciosa mujercita alcanzó su tercera corrida junto a mi último espasmo. En la despedida creo que fingimos bien, aunque no estoy seguro.
Al día siguiente me llamó Felisa diciéndome que quería hablar conmigo a lo que le respondí que encantado si me indicaba lugar y hora. Nos reunimos en las inmediaciones de la casa de sus empleadores y la invité a tomar algo fresco en una confitería cercana donde pedimos dos gaseosas dando comienzo a la charla.
- “Pienso que alguna idea tenés sobre lo que quiero hablar”.
- “Imagino que será sobre Carla”
- “Tal cual. Entre ella y yo, respetando la intimidad personal, no hay secretos. Me dijo que ayer tuvo sexo con vos, más aún, reconoció que te sedujo sin que hubieras hecho algo en esa dirección y, como si eso fuera poco, confesó estar feliz”.
- “Es verdad, y yo comparto esa felicidad inmerecida”
- “La forma en que te mira, la cercanía que manifiesta, y lo que dice de vos, me hicieron pensar que más temprano que tarde iba a suceder lo que sucedió. Decirte que la cuides, que la respetes, es ocioso porque te conozco. Solo te ruego que no la preñes”.
- “Eso dalo por seguro”.
- “Te voy a contar algo que explica mi temor. Quedé embarazada de Carla casi a la misma edad que ella tiene ahora. Cuando constaté que mi novio era un malandra lo dejé, recibiendo en mi casa solo reproches. Entonces me hice el propósito de abrirme camino sola en cuanto pudiera. Durante algunos años ...
... la inestabilidad sumada a la inexperiencia hicieron que la felicidad me fuera esquiva y alguno se aprovechó de eso. Volví a tener una vida aceptable cuando empecé este trabajo que cubre nuestras necesidades básicas aunque vivamos al día. No quiero que mi hija querida pase por lo mismo”.
- “Me atrevo a asegurar que soy incapaz de hacerle daño u ocasionarle algún perjuicio. He pensado mucho sobre esto y quiero que escuches mis conclusiones”.
- “Soy toda oídos”.
- “Es altamente probable que algún día Carla conozca un joven que le robe el corazón. A esa relación la apoyaré como un padre que desea la felicidad de la hija. Considero que ella tiene todo el derecho de encaminar libremente su vida sin condicionamientos, sin obstáculos. No se lo voy a decir porque puede sonar a desapego, a pensar que lo de ayer fue nada más que un desahogo”.
- “Veo que no me equivoqué al recibirte como amigo”.
- “Hay algo más que proponerte. Sería un placer inmenso compartir con ustedes mi casa, naturalmente con el conocimiento y aprobación de la señora Clara y don Juan. No creo que se opongan pues me aprecian, saben que la soledad es mala compañía y a ustedes las conocen bien. Rogándote que acepten, te avisaré en cuanto tenga la autorización y de paso ahorran el alquiler que, como todo alquiler, es tirar la plata. Además desde casa tenés bastante menos en tiempo de transporte”.
- “No puedo creer lo que has dicho, por supuesto que acepto encantada, y estoy convencida mi hija lo estará ...