Infiel por mi culpa. Puta por obligación (18)
Fecha: 09/01/2025,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... pies, podemos sentarnos por allí. —Y me enseña con un gesto de su boca una mesita disponible, con cuatro sillas de madera justo al lado del muro de piedra.
—Me parece bien, cielo. De paso nos preparamos otro ron con Coca-Cola pues creo que lo vamos a necesitar. —Le respondo con seguridad y caminamos hacia el lugar, no muy apartado de las demás personas, pero ellos están felices en su cuento y mi marido y yo, por el contrario, sumidos en nuestra tragicomedia.
Me acomodo en la silla lateral cercana a la antigua pared de piedra, que desprende todavía el calor acumulado durante el día, y Camilo lo hace en la parte opuesta acomodando la suya para quedar mirando hacia la fuente, dándome cuenta que se encuentra demasiado relajado. ¡Pobrecito, no sabe lo que le espera!
—No creí que te lo fueras a tomar tan bien. Pensé que al contarte de cómo te había sido infiel por primera vez, te iba a afectar sobremanera. Pero ahora veo que no. ¿Es porque lo hice con una mujer? ¿Acaso con ella o con otra mujer no implica para ti infidelidad? O la traición se minimiza para ti, porque a la larga eres como todos los demás hombres, que fantasean y se excitan al ver a dos mujeres acariciarse y besarse. —Le cuestiono.
—No es por eso Mariana. Por supuesto que estoy sorprendido y sin embargo al escucharte con atención, no me siento traicionado pues era parte de una respuesta tuya hacia ese estúpido que te retó por aquel juego, y además porque ese beso no implicó ningún sentimiento en ti, ...
... fuera de darle un escarmiento. O tal vez es porque a tu historia le falta una parte importante. ¡Lo presiento!
—Y es como si ahora reviviera dentro de mí la angustia, similar a la que sentí aquella noche, cuando me acosté con Mateo en nuestra cama, apagando todas las luces para intentar que se durmiera pronto y yo a pesar de intentarlo, intranquilo no podía descansar, porque un presentimiento en mi interior me alertaba de que contigo algo no anda bien. ¿Me equivoco? —Mientras que está hablándome, Camilo procede a destapar la botella de ron, y de su mochila extrae dos copitas plásticas que seguramente adquirió en la tienda, para verter en ellas la bebida hasta colmarlas. Luego con cierta parsimonia, en el usado vaso de cartón sirve hasta la mitad, la ya caliente gaseosa.
—De nuevo estas en lo cierto. —Le respondo, y a pesar de que los dos llevamos esta conversación tan calmada, los nervios nos traicionan.
A Camilo el ansía por saber más detalles, le provoca que el cigarrillo que toma de su cajetilla, al darle golpecitos al filtro contra la superficie de la mesa para apretar más el tabaco, salte de sus dedos por el aire y se le caiga al suelo. Y a mí, por querer alcanzarle mi encendedor para que lo encienda, en un momento de torpeza, riego igualmente sobre la mesa el contenido de mi copa, al tropezar sin querer con mi codo el pequeño envase.
— ¡Oopss, que torpe! —Le digo cuando clava su mirada de extrañeza sobre el amorfo charco de ron, después de recoger su cigarrillo, ...