El profe (capítulo 4)
Fecha: 23/01/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos
... seguramente por operaciones estéticas. El tipo dio un discurso de agradecimiento, para luego brindar y dirigirse a su asiento, durante todo ese tiempo tomé de la mano a mi amiga, le presioné un poco los dedos, para que se fijara en mí. Ella apretaba con su manita su copa de vino, que amenazaba con romperse en cualquier momento. Sus ojos estaban enrojecidos, así que, conociéndola, le dije lo que ella me aconsejó tiempo atrás.
— No les des el gusto mi princesa.
— No lo haré Chambelán —me contestó frotándose los ojos—, mejor brindemos por otra cosa, brinda por algo de mí que te guste.
— Brindo por tus… —me quedé pensando— por tus ojitos de muñeca —le dije por fin, generando una sonrisa de su parte.
— Gracias, yo brindo por tu cabello, natural y abundante —lo que era una indirecta hacia su ex.
— Bueno ¿gracias? —le contesté, para luego ambos ponernos a reír.
Continuamos con la cena, pronto un orquestín amenizó la noche y salimos a bailar, no éramos muy buenos, pero nos divertimos. Abusamos de los cocteles y pronto nos encontramos lanzándonos piropos. Casi siempre parábamos agarrados de la mano, salíamos a bailar así, y así mismo regresábamos a nuestra mesa. En uno de esos retornos ella se frenó en seco.
— Hola Fiorella, gracias por venir a mi fiesta —le dijo el nuevo socio, su ex, que nos esperaba sentado en nuestros asientos, en la mesa junto a su novia.
— Estos son nuestros lugares, te agradecería no agriar mi noche, además la reunión es por el ...
... aniversario del estudio, no por tu reciente nombramiento.
— Como sea, es mi noche y la de nadie más —le contestó autoritario— ¿y este quién es? —dijo señalándome.
— Soy el señor Peluquín Peluquillo, vendo pelucas y también me dedico a tratamientos capilares, le puedo dar una tarjeta si gusta —le contesté muy sonriente.
Ante mi respuesta él se puso de pie como un resorte, mientras que yo me paré frente a Fiorella, sosteniéndole la mirada al sujeto, enderezándome cuan alto era. La diferencia de tamaños y presencias era notable, así que él cedió, tomó de la mano a su pareja y se alejó del lugar.
— Gracias… señor peluquín —me dijo Fiorella sentándose.
La mesa entera estalló en carcajadas, que no pasaron desapercibidas. Me había convertido en el héroe de la noche.
Brindamos y empezamos un juego de toqueteos bajo la mesa, discretos en un principio, luego más atrevidos. La falda suelta de ella me daba libertad de acción, ella, con las mejillas encendidas se dejaba acariciar. Por su parte descansaba su mano sobre mi paquete, que bajo el pantalón estaba erecto. Me lo frotaba y apretaba un poco cada cierto tiempo.
Le había acercado la silla a mi lado, para cruzarle mi brazo sobre los hombros, de vez en cuando simulaba ver la hora para levantar la mano y rozarle los abultados pechos.
— ¿Sabes qué se me antoja? —le pregunté.
— ¿Qué cosa desea mi chambelán?
— Un vaso de leche fresca, ¿sabes dónde podré encontrar una vaquita para obtenerla?
Sonrió y movió un poco ...