1. El profe (capítulo 4)


    Fecha: 23/01/2025, Categorías: Hetero Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos

    ... aire frio nos llegó de golpe y nos puso la piel de gallina. Saqué mi verga y vi que salía vapor. La acerqué al borde del balcón y la hice agarrarlo y agacharse, ofreciéndome la cola. Ella había reducido sus gemidos, tal vez por vergüenza o por temor a que alguien nos viese, pero solo se vive una vez, así que le di una nalgada.
    
    — ¿está rico? —le pregunté mientras le cacheteaba el culo.
    
    — Si…
    
    — ¿Si qué? —le volví a preguntar, dándole otra sonora nalgada.
    
    — Si está rico.
    
    — ¡Sigue! —le ordené, penetrándola con rudeza.
    
    — ¡Está rico! ¡está rico! ¡rico!...
    
    Aceleré el ritmo, viendo sus nalguitas enrojecidas. Al abrigo de la noche se escuchaban algunos autos pasar, muy poca gente deambulando, y el rítmico sonido de mi cadera chocando conta sus glúteos.
    
    No quería acabar rápido, así que salí de ella y retrocedí un par de pasos, ella se quedó quiera un rato, y volteó un poco para verme. Estaba preciosa, babeando un poco, con el cabello algo alborotado, con sus grandes tetas colgando, aún con su vestido, zaparos y tanga puestos.
    
    Cogí mi verga con mi mano y la sacudí un poco, para calmar mis ansias, pero ella lo tomó como una invitación y acercó su mano, agarrándome el pedazo y, agachándose rápido, se lo llevó a la boca. Se puso de cuclillas y me empezó a dar una mamada de lujo. Su boquita era muy curiosa, su carnoso labio superior parecía envolver mi verga. Ella salivaba muchísimo, mi falo estaba húmedo y ella seguía humedeciéndolo aún más, tenía una gran ...
    ... capacidad para soportar metérselo hasta la garganta, lo que le generaba pequeñas arcadas, pero a mí me dejaba viendo estrellas, demostrando que no era una mamona sin experiencia. Me alerté, pues sentí mis huevos contarse, señal de que me corría, intenté alejarla y sacársela, pero ella se aferró a mí espalda y se metió toda mi verga hasta el cuello, haciendo que me corra dentro de su boca, expulsando de golpe grandes borbotones de mi leche. Ella como toda una campeona tragó sin dejar de mamar, con sonoros “glups glups glups”. Cuando la tomó toda sacó mi verga y la siguió lamiendo. Yo me agarré la pija y le di unos cuantos golpes en la cara, cosa que le sacó una carcajada.
    
    — ¡Dios! ¿me estás castigando o premiando?
    
    — Ambas cosas mi tetona amiga.
    
    Ella se paró y, juntando sus pechos con las manos me ofreció algo de tomar, yo le lamí las tetas y me puse a chupárselas. Así, lactando, la acerqué a la cama y la tendí en ella. Le chupé los senos por buen rato, sacándole por fin el vestido, liberando un cuerpo fino. No se llegaban a distinguir consecuencias de su embarazo, por lo contrario, yo la veía muy hermosa, Cuando le solté los pechos ella se subió encima de mí, se acomodó mi pinga entre las nalgas, ajustando la cabeza en la entrada de su vagina. Yo seguía duro así que la dejé montarse. De un sentón se la metió toda, empezando a dar saltos; pequeños al principio, más fuertes y enérgicos después. Resultó ser más atlética de lo que parecía, se sacaba y metía todo mi falo en su ...