-
Ángela: Una joven fitness dominada por su puta interior
Fecha: 22/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: CarlosDom, Fuente: CuentoRelatos
... bofetada. —Aún no, puta golosa. Inmediatamente, se despoja de su cinturón para ponérselo a la joven a modo de collar; —ahora sígueme, a cuatro patas como lo que eres; una miserable perra -le espeta sosteniéndole el rostro con sus manos para finalizar escupiéndola. La chica se humedece al instante; se caliente como bistec al carbón y su perra interior sale a flote para responder emocionada: —¡Si, amo! como usted ordene. —Muy bien; puta. -Recorre un pasillo largo que desemboca en una habitación mediana; donde hay un sillón; una cama, un televisor viejo; una pequeña mesa de madera y unos cuantos baúles. La deja justo en la mitad de la sala y él sigue hasta el sillón, donde toma asiento. Se sirve una copa de vino para darle una nueva orden a la joven: —Acércate gateando; mientras bates el culo y ladras como perra. Ángela, presa de la excitación y del deseo, lo hace; se pone en cuatro y avanza a gatas lentamente; mueve las caderas de lado a lado, con una sensualidad insuperable e imita los ladridos de un canino -Guau, guau, guau. Se siente como cualquier basura; tan poca cosa, tan miserable, tan puta y aquella transgresión de lo tradicional solo ocasiona que su excitación aumente, finalmente llega hasta su amo y se arrodilla frente a él, esperando órdenes. Frente a sus ojos, Orlando se descalza y al dejar sus pies desnudos le ordena besarlos y lamerlos; ella lo mira incrédula, cosa que no le gusta para nada al joven y en consecuencia le propina una ...
... bofetada: —¿Acaso eres sorda, puta? —Perdón, perdón mi amo -Se disculpa ella un tanto temerosa. Sin rechistar hace lo que su amo le pidió: empieza dando pequeños picos sobre el empeine, recorriéndolo de arriba a abajo con lentitud y alternándose de pie en pie, continúa recorriendo toda la extensión con su lengua; lame como si fuese un helado del más exquisito sabor y finaliza chupando, uno a uno, todos los dedos con auténtica devoción. Al terminar, los fluidos de la joven emanan del interior de su vagina. Orlando la mira complacido y decide premiarla: —Muy bien, perra, muy bien, ahora vas a tener tu premio. —Gracias, señor -replica ella expectante- —De rodillas, con las manos sobre los muslos y la mirada al suelo, mientras yo regreso. Ángela adopta la posición con apuro. En cuestión de minutos Orlando regresa con dos platillos de mascota. Los pone frente a ella; uno contiene concentrado y el otro agua: — Anda perra, come, disfruta tu premio. La joven obedece y en cuatro patas se acerca hasta los cuencos, hunde el rostro en el que contiene la comida para empezar a tragar; entretanto, Orlando se ubica a sus espaldas para levantarle la falda y empezar a juguetear con su trasero; lo acaricia, lo amasa, lo rasguña y lo mordisquea, mientras que Ángela emite quejidos cada vez más fuertes. —Ahhh… que rico... Orlando, continúa magreando el trasero de la joven durante unos minutos; viendo de primer plano como su humedad aumenta; está tan mojada que ...