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Cecilia ¿Me quieres follar?
Fecha: 02/03/2025, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... placer o de dolor y, en esa posición con los segundos tenía toda mi verga en su vagina mientras le sostenía sus nalgas con mis manos. Tenía esa mirada erótica y tomado un sorbo de vino de la copa, me lo traspasaba de su boca mientras nos dábamos besos. Así quizá pasamos unos quince minutos abrazados mientras Cecilia restregaba su conchita contra mi verga y podía sentir lo hirviente de ese canal al contraste del agua de la piscina. En eso de darnos besos y estar conectados con movimientos lentos pero profundos comencé a acariciar sus nalgas y masajear su ojete con mis dedos. Creo que le habrá excitado pues podía sentir como su conchita apretaba más mi verga cuando le hacía ese masaje. Luego ella me decía: ¡Me vas a hacer acabar si sigues así! - No solo continué sobándole el ojete, también me encorvé para chupar sus pezones y mamar sus dos hermosos melones de medio tamaño y solo exclamó con el pasar de un par de minutos: ¡Tony… me voy a correr… por Dios me estás haciendo correr… carajo que rica se siente tu verga. -Y movía su pelvis con un ritmo frenético que no tardo en provocarme mi primera eyaculación. Quizá por el efecto del alcohol lo sentí una tanto pasivo pero muy relajante y le hice saber a Cecilia que me estaba corriendo y ella seguía con un vaivén constante y con ese masaje de su vientre hasta que se comprimieran mis testículos. Seguimos conectados por varios minutos y a esa edad mi verga continuaba con un buen grado de erección hasta que oímos el llamado de una de ...
... las sirvientas ofreciendo la cena. No sé si la señora escuchó nuestros gemidos o sí nos habían visto cogiendo en la piscina, pero luego nos sorprendió ver mi esperma flotando por sobre la superficie. Cecilia hizo como cucharita sus manos y lo sacó tirándolo a un lado de la piscina. Nos fuimos a los baños donde uno se quita el cloro y ahí si había agua caliente y nos dábamos una ducha mientras Cecilia me mostraba en esta ocasión el lunar de su nalga el cual realmente a mí me parecían sensuales pero que ella se quejaba de ellos. Cecilia aprovechaba cada segundo y ahí en la ducha comenzó de nuevo con una felación donde le tuve que decir que no me apretara tanto los huevos. Se emocionaba que tal parecía me los quería arrancar. La puse contra la pared con las piernas abiertas y así parados le he hundido todo el falo en su hirviente conchita. Me dijo que le había dolido, pero que también le encantaba ese dolor y seguí con un golpeteo que solo se escuchaba los gemidos de Cecilia y el choque de mi pelvis y las nalgas de esta bella mujer. Cecilia me pedía que la nalgueara, que la tratara como a una puta y creo que de las primeras chicas que tomé por el pelo y le gustaba esa sensación de estrangulamiento que la verdad siempre me dio pavor, pero ella parecía excitarse con un sexo tosco. Eran tanta las nalgadas que le di que parecían estas iban a brotar sangre y le taladré esa concha a morir. Me pidió que le apretara los pezones y prácticamente a mí me parecía una tortura, pero ella ...