1. Mi odiosa madrastra, capítulo 7


    Fecha: 11/03/2025, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... las envidiosas de siempre que no tardarían en señalarla con el dedo.
    
    Como el edificio continuaba sin electricidad, tuvimos que subir los once pisos por escalera. A mi madrastra no le costó nada hacerlo. En la cartera llevaba unas sandalias que se colocó luego de quitarse los zapatos. Su pollera le incomodaba un poco subir los escalones, pero si bien era muy ceñida, parecía tener una tela algo elastizada.
    
    Yo me sentí completamente agotado apenas iba por el segundo piso. Quizás ahí debí darme cuenta de que algo no estaba bien: Si bien no era de hacer deportes ni mucho menos de ir al gimnasio, era extremadamente joven, y no tenía sobrepeso, ni ningún problema físico, por lo que la fatiga tendría que haber llegado mucho después.
    
    Nadia me miraba de reojo, mientras yo subía con la respiración agitada. No dijo nada, ni siquiera se burló. Más bien al contrario, parecía preocupada. Iba en todo momento varios escalones por delante, por lo que en todo ese interminable trayecto tuve su orto por encima de mi cabeza. Cuando entramos al departamento, me metí en el cuarto.
    
    Unos minutos después me envió un mensaje. “¿Estás bien?” decía. Le contesté que sí, que no pasaba nada. Sin embargo seguía inusitadamente agotado, y me dolía la cabeza. Me tomé una aspirina, y me recosté sobre la cama.
    
    No por primera vez, en medio de esa cuarentena, pensé en papá. Sin embargo, sí era la primera vez que me pregunté cómo es que había conquistado a una mujer como Nadia. Sabía que él tenía mucho ...
    ... éxito con las mujeres. Prueba de ello era la cantidad de novias veinteañeras que había tenido en los últimos años. Pero es que Nadia estaba en otro nivel. Era de esas chicas que son deseadas por todo el mundo, y a su vez, eran pocos los que se atreverían a encararla de manera sincera. Es decir, como ella misma había dicho, muchos hombres le dirían cosas, no sólo por su cuerpo de vedette, sino por la manera sensual en que se vestía. Pero serían muy pocos los que realmente intentarían seducirla. ¿Cómo lo había logrado papá?
    
    Ella decía tener aversión hacia los tipos que la cosificaban, que la trataban como un mero objeto sexual. Pero también había dicho que a papá le gustaba exhibirla entre sus amigos, que disfrutaba que su mujer se mostrara desnuda en las redes, y hasta fantaseaba con la idea de que alguno de sus amigos descubriera que vendía packs de fotos. Había algo contradictorio en todo eso ¿cierto?
    
    Lo pensé un rato, y creí encontrar una respuesta. ¿Por qué Nadia se había molestado por las nalgadas que le había dado? Según decía, porque eso no estaba pactado. Pero bien que ella me había pedido que le levantara la pollera y masajeara su orto con fruición. ¿Acaso eso no me daba derecho a darle unos cuantos azotes? Evidentemente, ella no lo consideraba así. Quizás ese era el núcleo de la relación con papá. Él respetaba al pie de la letra los límites que ella le imponía. Sin embargo, ¿Eso no significaba que él era un sumiso? Supuse que a muchos hombres no les importaría ...
«12...789...12»