1. Humillando a mi sumiso con una manada


    Fecha: 13/03/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... fijamente y haciendo evidentes tus gemidos cada vez que su polla entraba y salía de ti.
    
    Así estuviste hasta terminar la ronda. Quedaban cuatro, y cuando terminaste con el último, con quién volviste a correrte, me miraste y me dijiste:
    
    “Cariño, vamos a cambiar directamente a 5 minutos. Se me están cargando las piernas de tanto cabalgar, y con tiempos tan cortos no puedo comprobar el aguante de estos muchachos. Espero que estéis de acuerdo… pero si no lo estáis me da exactamente igual. Vamos a jugar un poquito más duro”
    
    Se me estaban haciendo los minutos interminables. Vestido de mujer, subido en unos tacones de más de 10cm y sin dejar de ver como te follabas a cinco desconocidos en mi cara, empezaba a mirar el reloj nervioso, y varias veces se me pasó por la cabeza avisar con la palabra tiempo antes de que el reloj llegara al minuto establecido. Pensé que nadie se daría cuenta, pero por nada del mundo podía romper tus normas, así que descarté la idea en el mismo instante que volviste a correrte mientras follabas con el guaperas. Era la tercera vez que te corrías con él, le habías dicho “me gustas”, y sentía que realmente tenías un ganador en mente. Aguantó los cinco minutos correspondientes y cuando avisé de que era el momento de cambiar, te agarró suavemente de la cadera y te dijo algo al oído. Después te mordió el lóbulo suavemente y tú te reíste escandalosamente. Miré la forma en la que le mirabas, y después me dedicaste una de esas miradas que hacen que se me de ...
    ... la vuelta el estómago. En tus ojos leí perfectamente que volveríamos a quedar con ese chico, y no pude evitar la humillación subir por mi cuerpo mientras una erección asomaba debajo de mi falda.
    
    Te colocaste frente al chico alto con la polla enorme y le masturbaste con tu propia mano para que cogiera algo más de firmeza. Cuando pensaste que estaba bien para ti, te subiste a su polla y dejaste que entrara en ti muy despacio. Pude ver cómo desaparecía por completo dentro de tu precioso coño centímetro a centímetro. Cuando sentía tu culo empujar sus huevos, te escuché decirle:
    
    “Fóllame duro, campeón. Aunque te corras, quiero que me hagas disfrutar de ese pedazo de polla que calzas. Vamos… dame varios orgasmos”.
    
    Y sin esperar ningún tipo de acción por su parte, comenzaste a cabalgar subiendo y bajando de su polla con gran velocidad y un poco violentamente. Mientras tanto, él te agarraba de las caderas, haciéndote subir y bajar. En un momento dado pensé que iba a empotrarte contra el techo, pues estaba cumpliendo tus deseos y a la vez que te empujaba contra su polla, movía las caderas hacia arriba, provocándote un orgasmo casi en el primer minuto. Entonces, te escuché:
    
    “No pares. Quiero más. Oh, por Dios… me encanta. Sigue, sigue… sigueee”
    
    Y tu segundo orgasmo prácticamente consecutivo te hizo retorcerte, pero lejos de parar seguiste cabalgándole. Miré el reloj y vi que quedaban más de dos minutos. Eras increíble, y el tipo alto parecía aguantar sin problemas, hasta ...
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