Mi harem familiar (Introducción. Cap. 1)
Fecha: 23/04/2025,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... salvo lo de la edad, pero prohibido, no eres para mí.
- ¿Y si dejaras tus prejuicios a un lado?
- ¿Mis prejuicios? Hijo, se llaman Principios, Valores, Moral, Ética. Vivimos en sociedad, profesamos una religión, tenemos familia y amistades, relacionados.
- ¿Y de qué te sirven todas esas cosas “Tan Importantes”, si no puedes ser feliz? ¿A quién le harías daño? ¿Quién podría tener el derecho a reclamarte algo? ¿Podrías quedar embarazada y procrear un bebé con taras genéticas? ¿Para cuándo vas a dejar lo de ser feliz? ¿Para tu próxima reencarnación? No me respondas, por favor. Estas preguntas solo te las hago para que las medites. No quiero destrozar de una patada tu entarimado psíquico, solo deseo que seas feliz, porque te amo. Quiero que sepas que siempre he estado enamorado de ti, como hijo y como hombre. Que sueño contigo. Que te deseo más que a ninguna otra mujer en este mundo. Que me harías el más feliz de los hombres si pudieras ser mi pareja. Que casi los mismos sentimientos que te manifiesto, los tengo por la loquita de Ana. Pero te respeto como madre y a ella como hermana. Ustedes me son sagradas. Ese respeto es el que nunca me ha permitido atravesar esa línea roja que separa lo permitido de lo no permitido, la relación normal de madre–hijo del incesto. Y que conste, que para mí el incesto, con alguien ...
... como tú que ya no puede procrear, porque eso sí sería un hecho abominable, es solo hipocresía barata. ¿Tienes una idea de cuantas personas, en este mundo, en este momento, están cometiéndolo?
Resulta que un acto de amor carnal entre una madre y su hijo, a mi modo de ver las cosas, debe ser el acto más hermoso de la naturaleza humana, porque ¿Quién puede amarme más que mi madre? ¿Quién puede amar a mi madre más que yo, su hijo? Ese acto, en mi opinión, sería sublime. De solo pensar en ello, ya soy feliz.
Pero, siempre hay peros, si no la vida sería aburrida, nunca te voy a faltar el respeto. Para que algo así llegare a suceder, con mi madre o con mi hermana, tendrían que pedírmelo tres veces, porque con una sola no estaría seguro de nada, me daría miedo ser yo el desgraciado que las impulse al pecado. Eso es una promesa. Yo puedo ser un pervertido, porque en efecto lo soy si deseo a mi madre y a mi hermana, pero tengo patrones de conducta sólidos, inculcados por ti. Y por último, no sé cómo interpretar el hecho de que Dios me haya proveído de una madre y una hermana, es más de una madre con gemela idéntica y su hija también, tan hermosas como son ustedes. ¿Será que tenía algo planeado para mí o solo lo hizo para desesperarme? Me da miedo de solo pensarlo. Solo Dios sabe lo que él mismo nos depara.
Continuará…