1. El profe (capítulo 3)


    Fecha: 13/06/2025, Categorías: Anal Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos

    ... las nalgas, pero de una nalgada, no muy fuerte, pero si sonora la hice aflojar, ella gimió, le seguía gustando el juego. Tomé sus glúteos con mis manos y se los masajeé, con mi pulgar hinque su culito, le esparcí el gel y para mi asombro se comió con facilidad el dedo entero. Se lo metí y saqué, ella gustosa se agachó más. Le metí el dedo del medio y también ingresó con facilidad. Le coloqué más gel mientras jugaba con su colita.
    
    —Hasta ahora estás aprobada.
    
    —Gracias Profe —me dijo sonriendo.
    
    Saqué las bolas, las lubriqué y coloqué la más pequeña justo en la entrada de su ano.
    
    —¿Mi alumnita sabe contar?
    
    —Si Profe.
    
    —Entonces cuenta —le dije, mientras introducía la pequeña, del tamaño de mi pulgar.
    
    —Uno —dijo, luego le fui introduciendo las demás— dos… tres… aaah… —parecía que ya había cierta resistencia, pero le habían entrado tres de las seis.
    
    Le acomodé la verga en medio de los muslos, se la froté con delicadeza por su lado interno, ella sabía qué le estaba restregando, y por un momento olvidó su culito, por lo que le metí otra.
    
    —Cuatro… ohhhh…
    
    Ahora solo quedaban las dos más grandes, así que le lamí toda la espalda de arriba hacia abajo, dándole pequeños mordiscos algo dolorosos, le besé las nalgas e introduje una esfera más.
    
    —Cinco… ohhh santo cielooo…
    
    Había arqueado un poco la espalda, signo de dolor. Necesitaba mantenerla excitada, así que bordeé el sillón y le acerqué mi pinga en la cara, ella como una posesa empezó a mamarla, ...
    ... succionando, pidiendo leche.
    
    —No… no bebé, aún no —Le dije quitándosela de la boca— ábrete las nalgas —le ordené, y ella obedeció, empujándole la ultima esfera, que terminaba en una cola de zorra.
    
    —¡Seis! —dijo extasiada.
    
    Me puse tras ella, la nalgueé y acomodando mi falo se la metí en la vagina. Ella dio un sobresalto y se dejó penetrar, lo disfrutó, estaba fuera de sí. La cogí de la cola de zorra y le di pequeños tirones y empujones mientras la bombeaba, forzando a su anito a tener sensaciones de todo tipo. Ella juntó sus piernas y las cruzó, me apretó fuerte la verga con sus nalgas teniendo un tremendo orgasmo, con calambres y hasta dejando salir un grito.
    
    Salí de ella, tomé de mi bolsa un frasquito pequeño y vertí el líquido en mis palmas, se trataba de aceite para el cuerpo, de agradable fragancia, le froté la espalda con delicadeza, ella seguía ofreciendo la cola, le froté las nalgas y las piernas con el aceite. Ella quedó brillando, ante la tenue luz se veía fantástica.
    
    —Ahora te toca gozar chinita.
    
    —¿aún más? —me dijo, con las mejillas rojas y una leve sonrisa en la cara.
    
    Saqué una por una las bolas, y su ojete quedó abiertito, expuesto, vulnerable. Me lubriqué la poronga y le acomodé la cabeza en su anito. Empujé un poco y le metí la cabeza entera. Ella quebró más la espalda, para facilitar mi entrada. La tomé de las caderas y le empujé un poco más de verga, le entró casi hasta la mitad, pero ella ya se había puesto tensa, le di un par de nalgadas y ...
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