1. Marisol y el Sureño


    Fecha: 18/07/2025, Categorías: Sexo Oral Autor: Patita Putita, Fuente: CuentoRelatos

    ... es que él era muy fértil y gozaba repartiendo su semilla. Él ya sabía de sobra que entre sus condiciones tenía la de embarazarlas de inmediato, ya lo había hecho algunas veces. El Sureño además consideró que, estando panzona, se quedaría sin familia y se decidiría a irse a vivir con él. O tendría que hacerlo. La deseaba.
    
    Le rogaba que se fuera a vivir con él, que la tendría bien, que vivirían felices, ella no le creyó, ya le había contado de un hijo y su madre abandonados en alguna tierra lejana. Y poco después le llegó el chisme de otro niño, del que él tampoco se importaba. Además, no se le veían bienes, ni casa o algo parecido. Vivía con una tía. ¿Dónde podrían vivir? ¿De que vivía? Le contaba que sabía matar, que entregaba paquetes, que perseguía gente… todo malo, muy malo.
    
    Pasada la emoción, respondiéndole que de ninguna manera se iría con él, insistió en llegar a su casa de inmediato. De alguna manera, consiguió arreglarse y como en las veces anteriores combinaron encontrarse otro día.
    
    A ella todas esas situaciones ajenas a su mundo le empezaron a dar miedo y ya algo más consciente de lo que pasaba, le empezó a preocupar. Se terminaba noviembre, insinuándose diciembre cuando salieron por quinta y última vez. Se encontraron para meterle el garrote nuevamente.
    
    Ese último encuentro fue tremendamente emocionante, lo máximo que se había imaginado, lo máximo que ha sentido en toda su vida. Con todo y todo, ha sido el paroxismo de placer de su vida
    
    En la ...
    ... camioneta, les estaba costando mucho trabajo conseguir que entrara el instrumento, no estaban pudiendo que fuera a su gusto. Buscando como hacerlo él decidió salirse del coche, buscar otra posición. Ella titubeó, pero estaba muy, muy cachonda, se salió como estaba, sin pantalones ni calzones, con los pechos descubiertos.
    
    Probaron de varias maneras, hasta que encontraron como: ¡La de monito funcionó! Ella colgada de su cuello, las piernas alrededor de la cintura, él sujetándola y moviéndola por las nalgas, guiando la verga a la entrada, para que con el peso del cuerpo finalmente pudiera entrarle toda la pijotota y moverla a su extensión ¡Fue lo máximo que ha sentido en su vida! Se vinieron los dos con grandes suspiros y muchos gritos. Marisol gritó, gritó mucho, se excitó mucho, hizo mucho escándalo, en sus gritos lo llamó de cualquier cosa: ¡Siii, si mi niño! ¡Si mi lindo! ¡Así… sí, así métemela más… siiii! ¡Siiii, pendejo… siii, asíii… métemelo más… asiii…. ¡Si mi niño… siii, si bonito… síguele! Y él le respondía igual, diciéndole: ¡Muévete cabrona, mueve el culo cabrona! ¡Así es como te cojo, cabrona! Eres mía ¡te estoy metiendo la verga cabrona!
    
    Muy contentos, jugando y riendo, no la dejaba entrar a la camioneta, ni ponerse la ropa, le daba placer verla así de expuesta en la calle, y ella no forzaba, se dejaba estar así encuerada. ¡Ya déjame entrar! Jajaja… ¡nooo! Me gusta verte así… Jajaja le gustaba verla moverse encuerada…
    
    Al fin del momento, abrazados, respirando ...
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