1. VECINAS COMPLACIENTES 2


    Fecha: 30/01/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Cuando tuve ganas, les dije que iba al baño.
    -Yo también. – Aprilia está en la misma. 
    -Esperá que vuelva. – Fui, hice lo qué tenía que hacer y me higienicé.
    Si fuera a bañarme les diría que vengan conmigo, pero eso terminaría “mal”. Regresé y fue Aprilia. Luego de unos 15 minutos fue Celina. La mamá, seguramente, la atendió en el tratamiento de culito. Me fijé la hora. Cerca de las 2 de la madrugada. Volvieron desnudas y “refrescadas”. Ahora sería el momento. 
    Ambas se acostaron a mi lado, boca arriba y las piernas bien abiertas. La intención es obvia. Me levanté y fui a las entrepiernas. Primero la mamita. Una buenas chupadas y lamidas. Luego la nena. Bien, muy bien, en concha y culo. Le metí la lengua, la ensalivé, chupé y besé. ¡Es tan rico! La hice poner en cuatro, y Aprilia, sin demora, la untó con el gel. Luego fue a mi pija, no sin antes lamerla y chuparla. La mamá no desperdicia nada. 
    -Si, dale, dale. ¡Metemela! – La nena está impaciente.
    -Poquito a poco, mi amor. – No me enanqué. No quiero pesarle, a pesar de la tremenda gana que tengo de perforarle el orto. ¡Es tan tentador! 
    La acaricié con la pija, desde la concha al culo. Varias veces. La mamita miraba interesada y sonreía, esperando el momento. Apoyé el glande en su hoyito. Empujé un poquito, tomándola de la cintura. La dilatación provocada por el plug fue útil. El glande entró sin dificultad. La nena gimió.
    -¿Te duele, mi amor?
    -No, no, para nada…
    -Si te duele me tenés que decir, lo hago más ...
    ... despacito.
    -No, no, dale.
    -No te callés si te duele. Tenés el culito tan hermoso que sería un crimen hacerte daño. – Me quedé quieto, con el glande dentro del esfínter. - Quiero que te quede absolutamente bien para recibirla bien adentro, todo lo que sea.
    -Estoy bien papito, muy bien. Empujá. – Celina apoyaba su carita sobre las sábanas. 
    -Aprilia, mamita, ponete para que te la chupe. - Le guiñé el ojo a la mamá.
    Entendió. Tener entretenida a la nena, para que no sienta demasiadas molestias. Aprilia se acostó, con su concha a la altura de la boca de su hija. Ésta empezó a chupar a la mamá.
    Yo empujé, siempre tomado de su cintura. Había seguido echando gel en el hoyo y en mi tronco.
    Tres o cuatro centímetros más adentro. Celina, entre las chupadas a la mamá, gemía. Seguí empujando. Su recto es bastante apretado. Sentí a la pija como en una morsa. Me dolía más a mí que a ella…
    -¡Si! ¡Si! ¡Asííí! – Seguía lamiendo y gimiendo. Las manos clavadas en las sábanas. - ¡Seguí entrando, papito!
    Ya tenía media pija dentro del culo de la nena. Fui presionando, despacito, sin parar. Sentí los huevos pegados al culo, perineo y concha. Tan chiquita que llegaba con mis huevos bastante abajo. ¿Entrarán los 18 cm? ¿Cómo puede ser si el recto sólo tiene de 12 a 15 cm? Milagros del cuerpo humano. 
    Parece que Celina, además de chupar a su mamá, va a enterrar los dedos en las sábanas. Me apreta un montón… 
    Por ahora no había placer. Me quedé quieto. Se fue aflojando. La apretada disminuía. Me ...