Vanessa - Relatos Eróticos

Vanessa

... la crema (semen) por todos sus senos.
Vanessa siente que su corazón se acelera mientras el semen del viejo cubre su pecho.
Ella no quiere decepcionar al anciano así que se pone la camisa y sale de la casa.
Vanessa cruza la calle y entra en otra casa.
Ella no sabe su nombre, pero sabe que es un viejo amigo del señor Robert.
Él la lleva a la sala de estar y ella se sienta en el sofá.
Su nombre era señor William.
El tipo era un hombre flaco, moreno, bajo y calvo, con una espesa barba blanca.
También llevaba una camiseta sin mangas, un par de pantalones cortos y chanclas.
A Vanessa le pareció que el tipo parecía un poco aterrador.
El señor William estaba sentado en una silla al lado del sofá.
William tenía una gran sonrisa en su cara.
Vanessa no quería decepcionarlo, así que hizo todo lo posible para ser amable.
William le dijo que la razón por la que le pidió que trabajara para él era por su belleza.
Porque ella parecía una chica bastante decente y le costaba mucho confiar en las personas, eso hizo feliz a Vanessa pero no mucho ya que su trabajo sería bañarlo todos los días ya que él es muy torpe y tiene miedo de caerse en la ducha.
William le dijo que en la ducha habrá un lugar especial para ella, un lugar donde podrá sentarse y lavarle la espalda.
Ella estaba sorprendida, no tenía idea de lo que estaba pasando.
William la llevó al baño.
El baño tenía una gran bañera y ducha. Se quitó la ropa. Ella no sabía qué estaba pasando y estaba un poco ...

... nerviosa.
William le pidió que se quitara la ropa.
Vanessa no sabía qué hacer.
Vanessa le preguntó por qué debía quitarse la ropa.
William le dijo que su uniforme se mojaría y ensuciaría.

Ella le dijo que no, él se desilusionó y le pidió que se fuera y no regresara ni con sus amigas, ya que entre las tres pagarían a alguien que estuviera dispuesto a ayudar a ancianos pobres como ellos. 
Ella se sintió mal por sus palabras así que aceptó, pero se quedaría en bragas como condición.
William estuvo de acuerdo y dijo que estaba bien, William le agradeció mucho.
Vanessa estaba avergonzada y no quería que él la viera desnuda, Vanessa le pidió que se diera la vuelta y no la mirara mientras se desnudaba.
William sonrió y dijo:
-Sí, claro, no te miraré.
Se dio la vuelta y cerró los ojos.
A Vanessa le pareció muy raro pero no quería que él se enojara.
Se quitó la ropa y ahora estaba en ropa interior.
Ella estaba muy avergonzada y no podía dejar de sonrojarse.
La polla de William estaba completamente erecta y sobresalía de sus pantalones cortos.
Estaba muy cachondo y tenía una gran sonrisa en su cara.
Vanessa se sintió avergonzada por toda la situación pero no quería decepcionar al señor William, se metió a la bañera con él.

El señor William se sentó en un pequeño banco donde el agua de la ducha cayó sobre él, ella comenzó a enjuagar su cuerpo y no pudo evitar frotar sus tetas en su espalda.

El anciano tenía una gran erección.

-Vanessa, también hay que limpiar la parte ...