Incesto turístico en Tailandia - Relatos Eróticos

Incesto turístico en Tailandia

... dos lolas y empecé a franelearlo y amasar mis gomas para darle a mi hijo todo el placer de una buena paja turca, como decimos en la Argentina. (En otros países le dicen la cubana, la rusa, etc). Luego de una buena cogida a mis senos me gritó jadeante….
-	Ahí viene ma…. Ahí viene mi leche…. Abrí a boca… abri la boca….. y sazzzzzzzz……
Cantidad de semen salió de la pija de mi hijo que me llenó las dos tetas de leche, pero era tanto el caudal que otros chorros me inundaron la cara y la boca. Quedé blanca, guasqueada por el esperma de Pablo, que era lo que mas quería en el mundo.
Esa noche seguimos dale que dale toda la noche. Toda esa semana nos pasamos garchando de lo lindo. Hicimos el amor en la piscina, en el agua del mar, en la carpa de la playa y la última noche antes de volver, de común acuerdo y con muchas ganas ambos tuvimos nuestra primera sesión de sexo anal. Pablo me rompió el culo con maestría y me llenó de leche el agujero del orto. 
Fue la mejor semana de vida y desde entonces y en secreto, Pablo es mi único amante. 
Al regresar a Buenos Aires me confesó que Marta le había enviado un mensaje y que desde ese dia algo sospechó. Que cuando le planteé el tema de las vacaciones se dio cuenta de que esto podía suceder y que él también pensó que el viaje serviría para cumplir nuestros deseos sexuales porque me reconoció que él desde los quince años tenía fantasías conmigo. Yo las tuve recién de grande, pero que importa eso. Ambos nos teníamos muchas ganas y nos amamos. 
El viaje sirvió para concretar lo que ambos queríamos hacer. En otro contexto hubiese sido difícil que se consumara el sexo. Asi que estas vacaciones han sido las más excitantes de mi vida. Ahora ya no importa donde vayamos de vacaciones, porque estemos donde estemos, Pablo y yo, nos entregamos al infinito e indescriptible placer de practicar el sexo incestuoso mas rico y lujurioso: el sexo madre-hijo.