Las consecuencias de un lamentable descuida
Fecha: 30/07/2025,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Alberto, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... de la noche y habían ocurrido tantas cosas en esas casi seis horas. Ninguno de los dos tocábamos el tema sobre lo sucedido, simplemente nos bañamos por separado hablando solo lo habitual, hasta que con algo de timidez Elena me pide que le revise el trasero porque siente molestia. La reviso y se lo veo enrojecido y algo dilatado pero no le veo lesión alguna. Le pregunto extrañado-- "¿Te pasa algo? --ella contesta-- "Tenías razón cuando me dijiste que los viejos son mañosos, y parece que entre más viejos más depravados son" --Le pregunto ya preocupado-- "¿Por qué? ¿Te trataron mal? --Contesta-- "Si y no; Si porque me hicieron cosas que ni tú me habías hecho y que no fueron de mi agrado. Y no porque lo pude soportar bien y no hubo mayores consecuencias. Lo único es esa pequeña molestia que siento en el trasero, pero estoy bien".
Al ver que me cambió el semblante, me dice-- "¡Tranquilo, todo está bien! Sí me hicieron cosas sucias pero valió la pena, mira, en tan solo éste rato traigo lo que tu ganas casi en dos semanas y estamos bien, si no estuviera tan cansada te pediría ir a ver el show de Joan Sebastian, pero ya será en otra ocasión". --Solo pude decirle-- Si tú dices que todo está bien, de acuerdo y que ya no se hable más del asunto" --Elena me conocía muy bien, así que supo que estaba inconforme, así que comenzó a darme explicaciones. Me dice--
"Mira, acordamos tener buena comunicación y que no haya secretos entre nosotros, así que quiero decirte lo que pasó, tal vez no ...
... te guste pero quiero ser sincera. Estos viejos me hicieron cosas que yo no esperaba que como te dije, tú nunca me las has hecho, pero hoy aprendí que una mujer puede soportar eso y mucho más. Mírame, tan tranquila después de tener tres hombres, y te aseguro que fácilmente hubiera podido con otros tres si hubiera sido necesario, y aunque no todo es agradable, el resultado bien vale la pena, fueron muy generosos. El primero, don Jesús, muy caballeroso y muy pulcro por fuera, pero es un viejo cochino y garrotudo. Lo tiene así de grande y quiso que se lo hiciera con la boca; yo creí que solo quería excitarse aunque ya lo traía bien parado. Se me hizo raro que no me pidió que me desnudara, solo me sentó en el borde de la cama y se bajó el pantalón. ¡Casi me desmayo al ver ése garrotote! Me lo pone en la boca y ahí estuvo duro y duro dándole por un ratote y no lo sacaba; ya estaba yo muy cansada y por lo grande me llegaba hasta la garganta y se vino en mi boca, lo peor es que me tuve que tragar eso para no vomitar, como no lo sacó no podia escupir".
--Hace una pausa y sentí pena por ella no la interrumpí. Sigue diciendo--
"Me enjuagué la boca y como todavía sentía nauseas, me dice don Jesús: Si ahí traes tequila, ¿Por qué no te tomas un trago? Eso hice, me eché un trago de mezcal y luego otro así solo sin refresco, fue el modo que me controlé y me quité el asco pero me emborraché de nuevo y me puse muy alegre. De eso se aprovechó don Jesús porque platicamos un rato y yo creí que ...