Las consecuencias de un lamentable descuida - Relatos Eróticos

Las consecuencias de un lamentable descuida

... él expresaba algo de manera efusiva porque le veía hacer algunos ademanes, Elena negaba y se apartaba pero el insistía y se acercaba nuevamente a ella. Me sentí muy inquieto pero no podía acudir esperando a la persona que me atendía y por fin me contesta, me dice que solo encontró un lugar a las 8:40 de la noche y que nos lo puede proporcionar, pero como era un vale por dos asientos el otro se perdería, nos aconsejó esperar al día siguiente y pasar la noche en la central de autobuses en la sala de espera, pues hay vigilancia. Rápidamente pensé en que se fuera Elena y quedarme yo, pero el problema sería el mismo, en Morelia tendría que cruzar la ciudad sola y muy noche, así que acepté esperar hasta el día siguiente.
Cuando colgué ya Elena estaba sola, me acerco a preguntarle por ese hombre pero en lugar de contestar me pregunta-- "¿Que te dijeron?" --Le platico la situación y me dice muy compungida-- "No hay otro remedio, tendré que aceptar. Yo no quiero pasar la noche en la calle ni en la central, no es seguro". --Le pregunto-- "¿Aceptar que?"  "El señor que viste hablando conmigo, es la solución al problema" "¿Te ofreció ayuda?"  "Se podría decir que si" --Dice Elena, y comienza a explicarme que el señor éste, al verla caminando de un lado a otro con su bolso al hombro, la confundió con una de las muchachas que trabajan por la calle Corregidora, a una cuadra de donde estábamos, ahí hay unos hoteles de paso y algunas mujeres deambulan por ahí en plan de negocio y él se ...

... acercó queriendo contratarla. Aunque ella se ofendió no se alteró y le explicó que su actitud se debía a un problema que tenía. Al explicárselo, el hombre entendió pero insistió y Elena le dice-- "¡Ya le dije que no soy de esas!" "¿Y eso que importa? Solo harás lo mismo que con tu esposo y nada se te va a quitar. Porque si se quedan en la calle, durante la noche los van a agredir los delincuentes o los mismos policías y te va a pasar lo que ya sabes, pero sin provecho alguno. Habla con tu esposo y si se deciden voy a estar con unos amigos al otro lado de la plaza jugando dominó. Si te veo por ahí sabré que si aceptaste y hasta te consigo a alguno de mis amigos para que tengan para un buen hotel y sus pasajes de autobús".
Cuando me terminó de explicar todo eso, ya estaba furioso y casi le levanté la voz a Elena, pero ella solo se me queda mirando y me pregunta-- "¿Que solución hay para salir de éste lío?" --Solo pude contestar-- "¡No lo sé! Todo se soluciona con dinero pero no lo tengo y no sé cómo conseguirlo" --Me sigue diciendo-- "Necesito comer algo, tengo hambre. También necesito darme un baño, descansar y volver a casa. ¿Qué puedes hacer para darme eso?" --Sintiéndome derrotado, le dije-- "Nunca me había visto en una situación como ésta y no se me ocurre nada. ¡No sé qué hacer!" --Lo que me dijo ahora, fue como una puñalada-- "Entonces déjame hacer lo que éste señor me propone y así saldremos de éste lío". --Casi perdiendo el control le contesto-- "¿que no te das cuenta que ...