1. Para mi pengirl


    Fecha: 15/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tita, Fuente: CuentoRelatos

    ... si hay gente que enamora con su voz, ¿por qué no con sus letras?”
    
    “—Pues sí, créelo, yo no lo sabía. Hasta que te sentí celoso me cayó el veinte.”
    
    “—Nena, te pido que pienses bien las cosas, no sabemos quién sea el tal Eloy y si lo que él dice es verdad o no. Por favor piénsalo al menos una semana más antes de comunicarte otra vez con él.”
    
    “Así están las cosas, Eloy. Como ya lo pensé y hoy en la noche se lo diré a Saúl, prefiero contestarte antes. En el archivo adjunto te envío varias fotos mías, sin retoques ni trucos, de diferentes épocas. No están con buena resolución (a excepción de una reciente) de lo contrario, no me las aceptaría el correo en un anexo.”
    
    “Tengo una pregunta sobre tu segunda mujer pues quedé muy intrigada: ¿por qué se separaron?”
    
    “Un beso.”
    
    “Tita”
    
    ¡Uf, no podía creer tanta suerte! ¡Me hacía saber que quería coger conmigo, más porque su marido se encelaba que porque yo le gustara! Eso que al principio me hizo sentir muy bien, después me dio temor: ¿qué tal si a ella no le gusta cómo me la cojo? “No importa”, me contesté cínicamente, porque por lo pronto ya me la habré cogido y eso era lo que yo quería.
    
    Los días pasaban, yo leía y releía nuestros correos, ya más frecuentes. Veía sus fotografías y trataba de adivinar dónde estaba o quién se la había tomado, quise pensar que algunas personas que se veían cerca eran sus amantes, pero no, no había razón... Solamente Saúl (con más canas que ella), sus nietos y sus hijos aparecían en ...
    ... ellas, y los identifiqué según lo que me contó cuando le pregunté. Su foto con mejor resolución y actual reflejaba algunas canas en su cabellera negra, las cuales portaba dignamente; a las claras se notaba que había sido una mujer muy bella -además de que lo constataban las fotos restantes- y seguía siéndolo a pesar de su edad. Me contaba cómo se la cogía Saúl cuando hablaban de mí. Yo le dejaba ver que ya quería conocerla “completita”, pero ella seguía dándome largas, tanto que temí que yo era un juego. Traté de ver todas las participaciones que ella tuvo en los foros, las copié, así como los comentarios que le hicieron y lo que contestó; no era mucho, más había en nuestra correspondencia, de la cual, ayudado por Internet, partí para encontrar mayor información. Ella no mencionó otra coincidencia más: yo también tuve una hija que no era mía, fue con mi primera esposa que era tan puta, bonita y chichona como ella. Le pedí y me envió el documento del amigo que me había mencionado en un comentario. Se trataba de un documento rebuscado por lo denso y por la gran cantidad de temas que tangencialmente trataba para argumentar su texto, sin referencias porque fue escrito para él mismo y quizá para comentarlo con sus amigos más cercanos y lo más sorprendente: no había rastros de frases iguales en Internet (quizá por lo antiguo y que luego fue olvidado por él). Le pregunté si cogió alguna vez con ese amigo y me dijo que no y que no le hubiera insinuado algo parecido porque lo veía en otro ...
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