1. Para mi pengirl


    Fecha: 15/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tita, Fuente: CuentoRelatos

    ... querías eso?, me dijo deteniéndose y volteando hacia mí.
    
    La paranoia volvió a mí. Volteé para todos lados sin ver nada anormal. Más bien, sospechando de todos los que se comportaban normalmente. Apuramos el paso y seguí volteando furtivamente para uno y otro lado hasta que llegamos al auto.
    
    —¿Qué pasa? Como todos los fuereños, ¿tienes miedo de los asaltos que hay en chilangolandia, según la televisión?
    
    —Bueno, uno nunca sabe.... Contesté justificando mi paranoia.
    
    —Proporcionalmente, aquí hay menos crímenes de todo tipo que en tu tierra, jajajaj. Contestó burlona.
    
    Era la primera vez que nos veíamos y hablábamos con la soltura de dos personas que llevaban toda la vida de conocerse. No era para menos, sabíamos mucho uno del otro. Enfilamos hacia el Sur y pronto llegamos al hotel ‘Costa del Sol’ y entramos a la villa que nos asignaron.
    
    —¿Ya lo conocías?, pregunté, aunque inmediatamente me arrepentí de mi falta de tacto.
    
    —Sí... con Saúl. Supongo que todos los cuartos son iguales, no creo que sea el mismo... Dijo examinando la habitación y luego lanzó la vista por la ventana.
    
    —Bueno, hay unas con yacusi y con alberca, dije volviendo a meter la pata.
    
    —Para lo que queremos, ésta está bien, ¿o no? Aseguró dejando pasar mi comentario y sonrió.
    
    La abracé y le di un beso, y el olor a jazmines nos envolvió, ella seguía con el ramillete en la mano. Confieso que no supe que hacer, cómo empezar, no quería echar a perder esta gran oportunidad. Afortunadamente ...
    ... ella me ayudó: “¿No nos vamos a poner cómodos?”, me dijo colocando su bolso y las flores sobre la cómoda. La empecé a desvestir y a besarla. Primero besé sus hombros, luego el cuello, después la parte descubierta de su pecho. Seguí desnudándola hasta que quedó en pantaletas y brasier. “¿Y tú...?”, preguntó obligándome a quitar la ropa. Yo traía la verga bien parada y ella la acarició sobre el bóxer mientras me besaba acariciando con su lengua a la mía. En el abrazo le quité el broche del sostén y me separé para verla. “Siguen igual que en la foto que viste en SST” me dijo viéndome arrobado. Quise alcanzar mi celular para tomarle fotos y me detuvo. “No, sólo con tus ojos captura las imágenes que quieras, con tu piel siente la mía y con tu lengua prueba el sabor de todo mi cuerpo...” ordenó bajándome el bóxer y me dio un pequeño beso en el prepucio. La acosté, le quité las pantaletas. “Con cuidado, te puedes manchar, están húmedas y no es sólo lo mío”. Iba yo a decir “Puta...”, pero me contuve y completé la ‘p’ que había empezado: “Pero...”
    
    —Anoche me bañé, cogimos muy rico, Saúl se vino dos veces y hoy, justamente antes de salir de casa, me volvió a coger, diciendo “Suerte, Nena puta, me lo saludas”. Cuando se vino, me subió las pantaletas y me dijo adiós. No sé cómo supo o supuso que te vería, no se comporta así cuando voy a ver a alguno de mis amantes conocidos, aunque tampoco se lo aviso, seguramente la ilusión se desbordaba en mi mirada. Me explicó y vi que la mata estaba ...
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