1. Desbordada: Confesiones de una sesentona indomable


    Fecha: 13/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Lucas 2304, Fuente: TodoRelatos

    ... tratamiento adecuado.
    
    —¿Es eso lo que estamos haciendo, Ximo? ¿Un tratamiento de restauración?
    
    —Yo lo llamaría más bien un redescubrimiento del valor original —dice, levantando su copa en un brindis silencioso.
    
    La pregunta queda suspendida entre nosotros, cargada de implicaciones. No se trata solo de Quique, sino de la vida que he construido, de las decisiones que he tomado, de lo que estoy dispuesta a arriesgar.
    
    —Durante muchos años, pensé que sí —respondo finalmente—. Que era lo normal, lo esperable. Pero últimamente...
    
    No termino la frase, pero no hace falta. Ximo cubre mi mano con la suya, un gesto simple pero cargado de significado.
    
    —La vida es demasiado corta para conformarse, Pepa.
    
    Sus palabras resuenan dentro de mí como una verdad que siempre he conocido pero me he negado a reconocer. La vida es demasiado corta. Y la mía, a pesar de los casi setenta años que llevo en este mundo, aún no ha terminado.
    
    Cuando nos acercamos a nuestro edificio, el pulso se me acelera. Vivir en el mismo portal de repente se convierte en una complicación que no habíamos previsto.
    
    —Quique ya sabes que suele salir a fumar al balcón —susurro, mirando hacia arriba instintivamente—. Si está ahí y nos ve llegar juntos...
    
    No necesito terminar la frase. Ximo asiente, entendiendo inmediatamente. Tras las vagas sospechas que Quique ha expresado estos días, vernos regresar juntos sería como confirmarlas con fuegos artificiales y una orquesta de fondo.
    
    —Podríamos dar un ...
    ... rodeo —sugiere, evaluando la calle—. Yo entraré primero desde un lado, pasando por la farmacia. Tú esperas cinco minutos y apareces desde la otra dirección, como si vinieras del lado del supermercado.
    
    Lo miro con una mezcla de gratitud y diversión. Hay algo ridículamente adolescente en este plan, en estos subterfugios a nuestra edad. Dos setentones planificando coartadas como quinceañeros a escondidas de sus padres.
    
    —Me siento como en una película de espías —confieso con una sonrisa nerviosa—. ¿Debería ponerme gafas oscuras y un sombrero?
    
    —Solo si incluyes un periódico con agujeros para los ojos —bromea, pero su mirada se vuelve seria casi inmediatamente—. ¿Estás bien con esto? Con todo... esto.
    
    La pregunta flota entre nosotros, cargada de significados. No es solo sobre nuestro plan de entrada escalonada, sino sobre todo lo que implica: el secreto, la complicidad, esta nueva realidad que estamos creando en los márgenes de nuestras vidas establecidas.
    
    —Estoy mejor que en años —respondo, y es la verdad.
    
    Nos despedimos en la esquina, sin un beso, sin un abrazo, solo con un apretón de manos que dura un segundo más de lo necesario. Sus dedos se deslizan entre los míos antes de soltarme, un gesto que contiene una promesa tácita.
    
    —Hasta pronto —murmura, y hay una certeza cálida en sus palabras.
    
    —Hasta pronto —confirmo, y observo cómo se aleja, dando un rodeo innecesariamente largo para aparecer por el extremo de la calle.
    
    Mientras espero los cinco minutos ...
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