1. Desbordada: Confesiones de una sesentona indomable


    Fecha: 13/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Lucas 2304, Fuente: TodoRelatos

    ... suavemente. El quinto botón. El sexto. Cada uno viene acompañado de una caricia cada vez más atrevida. Sus yemas recorren mi piel como si leyeran un texto en braille, memorizando cada textura, cada lunar, cada imperfección que de pronto se convierte en perfección bajo su tacto.
    
    El séptimo botón revela mi ombligo. El octavo, la suave curva de mi vientre. Con cada nuevo centímetro de piel expuesta, siento que mi excitación aumenta exponencialmente. Como si cada botón no solo liberara mi cuerpo sino también años de deseos reprimidos. Sus dedos trazan círculos en mi abdomen. Bajan hasta el borde de mis braguitas y vuelven a subir, provocando, prometiendo.
    
    El último botón cede. El vestido se abre completamente, pero permanece sobre mis hombros como una invitación, como un regalo a medio desenvolver. Ximo desliza sus manos por mis hombros, empujando suavemente la tela. El vestido se desliza por mis brazos, por mi espalda, acariciándome en su descenso hasta caer con un susurro de tela a mis pies.
    
    Quedo ante él vestida únicamente con unas braguitas sencillas de algodón. Vulnerable. Expuesta. Pero extrañamente poderosa al ver el deseo inconfundible que oscurece su mirada.
    
    —Eres preciosa —dice, y la admiración en su voz parece genuina.
    
    Su camisa desaparece, revelando un torso firme pero no excesivamente musculado. Tiene pequeñas cicatrices en las manos, marcas de una vida dedicada al trabajo manual. Cuando me lleva a su habitación, lo hago con la certeza de que estoy ...
    ... exactamente donde quiero estar.
    
    La habitación, antes sofocante por el calor veraniego, ahora arde por motivos completamente distintos. Cuando finalmente llega entre mis piernas, donde el deseo acumulado palpita con vida propia, contengo la respiración como una adolescente ante su primera vez, aunque la mía quedó sepultada hace más de cincuenta años bajo capas de rutina y desidia matrimonial.
    
    —¿Puedo? —pregunta, mirándome desde abajo, sus ojos brillantes entre mis muslos.
    
    —Hace tanto tiempo... —admito, ruborizada hasta la raíz del cabello.
    
    —¿En serio? —Su sorpresa parece genuina, sus cejas se arquean como si acabara de descubrir algo incomprensible—. ¿Cuánto es "tanto"?
    
    —Bueno, Quique lo intentó una vez en 1989 —respondo, recuperando algo de mi ingenio—. Duró exactamente doce segundos antes de levantarse con cara de asco diciendo que era "antihigiénico" por estar "demasiado cerca de la zona de la orina". Desde entonces, decretó que eso no era para señoras decentes.
    
    Ximo suelta una carcajada que vibra contra mi piel sensible.
    
    —¿Antihigiénico? ¿Tu marido sabe que la anatomía femenina tiene compartimentos separados, verdad? —pregunta, acariciando mis muslos con las yemas de sus dedos.
    
    —Para él, todo lo que está abajo es territorio contaminado —añado con una mezcla de humor y amargura—. Una vez me sugirió que me enjuagara con lejía antes del sexo. Creo que lo decía en serio.
    
    Su sonrisa se vuelve depredadora. Salvaje.
    
    —Entonces permíteme demostrarte que ...
«12...151617...33»