Desbordada: Confesiones de una sesentona indomable
Fecha: 13/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lucas 2304, Fuente: TodoRelatos
... en recuperarme como esposa.
Al tercer día de mi regreso, recibo un mensaje de Ximo: «Sin presiones, solo quería saber cómo estás. Te he echado de menos».
La sencillez de sus palabras despierta en mí una emoción compleja: anhelo por su presencia, recuerdos de intimidad compartida, y también la conciencia de que debo clarificar mi situación actual antes de profundizar en lo que sea que estemos construyendo.
Le respondo con igual sencillez: «También te he echado de menos. Estoy bien, adaptándome de nuevo. ¿Podríamos vernos la próxima semana? Necesito tiempo para situarme».
Su respuesta llega casi inmediatamente: «Por supuesto. Cuando estés lista. Aquí estaré».
Ese «aquí estaré», sin exigencias ni reproches, me confirma lo que ya sabía: Ximo respeta mi proceso, mi tiempo, mi autonomía. No intenta poseerme ni definirme, sino acompañarme en el camino que yo elija recorrer.
El fin de semana, mis hijas vienen a comer. La invitación ha partido de Quique, que prepara un arroz en costra (otra sorpresa: hacía años que no lo veía cocinar con entusiasmo). Claudia y Marina llegan con sus respectivas familias, llenando el apartamento de voces, risas y esa calidez particular que solo la familia puede proporcionar.
Observo a Quique con nuestros nietos: paciente, atento, presente de una manera que no recuerdo haberlo visto en años. Con nuestras hijas muestra un interés genuino por sus vidas, haciendo preguntas que van más allá de lo superficial, escuchando realmente sus ...
... respuestas.
En un momento dado, Claudia me toma del brazo y me lleva a la cocina con el pretexto de ayudarme a preparar el café.
—¿Qué le has hecho a papá? —pregunta en voz baja, entre asombrada y divertida—. Está... diferente. Casi como cuando éramos pequeñas.
Su observación me hace sonreír. No es lo que yo le he hecho a Quique, sino lo que él ha decidido hacer consigo mismo.
—Creo que ambos estamos redescubriéndonos —respondo simplemente.
Marina se une a nosotras, curiosa por nuestro cuchicheo.
—¿Habláis de lo raro que está papá? —pregunta con esa franqueza que siempre la ha caracterizado—. Me ha preguntado por mi trabajo. En detalle. Creo que es la primera vez en una década que muestra interés real por lo que hago.
Las tres observamos a Quique a través de la puerta de la cocina, interactuando animadamente con su yerno sobre algún tema que parece apasionarles a ambos.
—¿Vais a... volver a estar juntos? —pregunta Claudia, siempre la más directa en cuestiones emocionales.
—No lo sé —respondo con honestidad—. Estamos... explorando posibilidades.
—¿Eso significa que hay otra posibilidad? —inquiere Marina, perspicaz como siempre—. ¿Alguien más?
La pregunta me toma por sorpresa. No he hablado con mis hijas sobre Ximo, sobre esa conexión que despertó en mí sensaciones que creía olvidadas. No es que pretenda ocultárselo indefinidamente, pero siento que primero debo clarificar mis propios sentimientos antes de compartirlos.
—Significa que estoy ...