Desbordada: Confesiones de una sesentona indomable
Fecha: 13/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lucas 2304, Fuente: TodoRelatos
... extremidad.
En la cama, cierro los ojos pero no consigo dormir. Mi mente oscila entre la expectativa por el mañana y una extraña nostalgia por lo que Quique y yo fuimos alguna vez. Por lo que podríamos haber seguido siendo si la vida, la rutina, el cansancio no se hubieran interpuesto.
La cafetería es exactamente como Ximo la describió: pequeña, acogedora, con un aroma a café recién molido que envuelve los sentidos nada más entrar. Está ubicada en una callecita estrecha, alejada del bullicio turístico pero lo suficientemente cerca del mercado como para captar la esencia vibrante del centro de Valencia.
Llego puntual, pero él ya está allí, esperando en una mesa junto a la ventana. Al verme, se levanta con ese gesto de cortesía antigua que siempre me ha parecido encantador.
—Estás preciosa —dice, y lo más sorprendente es que parece sincero.
Me he puesto un vestido de gasa azul marino que favorece mi figura sin pretender disimular mi edad. He pasado la mañana debatiéndome entre atuendos, descartando todo lo que parecía un intento desesperado de juventud. No quiero aparentar menos años; quiero honrar los que tengo.
—Gracias —respondo, tomando asiento—. Este lugar es un descubrimiento.
—Lo encontré cuando buscaba un sitio tranquilo para leer —explica—. A veces necesito escapar del ruido de mi taller.
—¿Lees mucho? —pregunto, genuinamente interesada. Después de décadas enseñando literatura, evalúo a las personas por su relación con los libros. Es mi ...
... particular detector de mentiras.
—Más de lo que la gente esperaría de un relojero —responde con una sonrisa—. Aunque quizás precisamente por eso. Cuando pasas el día con mecanismos precisos, necesitas algo que alimente el alma.
Su respuesta me sorprende gratamente. Esperaba el encanto superficial del seductor, pero encuentro algo más profundo.
—¿Y qué estás leyendo ahora? —pregunto, inclinándome ligeramente hacia él, interesada.
—Te vas a reír —dice, y noto un ligero rubor en sus mejillas—. Estoy enganchado a la serie de «La asistenta» de Freida McFadden. Empecé con el primero y ya no he podido parar. Los voy devorando uno tras otro.
Suelto una carcajada genuina que atrae miradas de las mesas cercanas.
—¡No me lo puedo creer! —exclamo—. Yo también estoy con esa serie. Mi hija me regaló el primero porque decía que me parecía a la protagonista y me ofendí tanto que lo dejé en la mesilla durante semanas.
—Déjame adivinar —interrumpe Ximo con ojos chispeantes—. Luego lo abriste por curiosidad y no pudiste dejarlo.
—Exactamente. Me lo leí en una noche. A los 69 años, desvelada por un thriller. Vergonzoso.
Ambos reímos, cómplices en este placer culpable compartido.
—¿Has llegado ya a la parte en que descubre lo del sótano? —pregunta, y luego se detiene—. Espera, ¿en cuál vas? No quiero estropearte nada.
—Voy por el tercero —respondo—. Y tranquilo, soy profesora de literatura, tengo inmunidad a los spoilers. Llevo décadas arruinando finales a generaciones de ...