Mamá, ¿por qué estás desnuda? (6) - Relatos Eróticos

Mamá, ¿por qué estás desnuda? (6)

... y luego subir y bajar la cabeza en un ritmo constante, casi hipnótico. La saliva comenzó a escurrir a los lados al poco tiempo.

No necesitaba nada más. Podía sentir cómo me temblaban las piernas, cómo las manos se me cerraban en los puños y cómo, en algún punto, los ojos se me llenaban de lágrimas. Cada tanto, mamá levantaba la vista y me miraba. Y yo sentía que me iba a desmayar del vértigo.

Duró poco, pero fue una eternidad.

Cuando sentí que iba a venirme, traté de avisarle, pero sólo salió un gemido absurdo:

—Mamá, voy a… voy a…

Ella no paró. Al contrario: aceleró el ritmo, y de pronto la garganta se le llenó de mi semen. Sentí cómo me vaciaba, cómo el orgasmo me sacudía de pies a cabeza y me dejaba la mente en blanco, como si hubiera explotado una bomba de placer allá adentro.

Mamá tragó todo lo que pudo. El resto, lo limpió con la lengua, y cuando terminó, se limpió los labios con el dorso de la mano.

Se dejó caer a mi lado en la cama, exhausta, y nos quedamos ahí tirados, sin decir palabra, con el techo girando sobre nosotros.

—¿Te gustó? —preguntó al cabo de un rato, en voz bajita.

No pude evitar reírme.

—Pensé que ahora sí me iba a morir.

Ambos nos reímos.

—Bueno, ahora sí te puedes ir a la universidad —dijo mamá, y se levantó de la cama, con el cuerpo todavía tembloroso pero con una sonrisa que le abarcaba la cara entera.

Corrí a mi cuarto para vestirme, pues ya se me hacía tarde.

Y cuando salí, mamá estaba ahí, en la cocina, con la misma blusa blanca y nada debajo. Me guiñó un ojo, y supe que el día apenas estaba comenzando.

Nota del autor:

Bueenas, esta serie va en el capítulo 9 enmi Patreon, así que si quieren leer lo que sigue, pueden darse una vuelta por allá. Un saludo.