1. Mamá, ¿por qué estás desnuda? (6)


    Fecha: 24/09/2025, Categorías: Incesto Autor: PerseoRelatos, Fuente: TodoRelatos

    ... en el brasier deportivo, el culo más perfecto del universo, redondo y marcado por el corte de la tela.
    
    No pude más. Me apoyé en la pared de la regadera y empecé a masturbarme de forma franca, sin pausas, sin pudores. Quería que lo viera. Quería que supiera el efecto que tenía en mí. Y lo supo. Giró ligeramente el rostro, y aunque no dijo ni hizo nada, esa mirada fue suficiente para hacerme sentir que estaba haciendo exactamente lo correcto.
    
    Me vine rápido, demasiado rápido, pero no me importó. El semen se fue por el desagüe, caliente y efímero como el vapor que llenaba el baño. Seguí un par de minutos bajo el agua, hasta que el cuerpo se me calmó.
    
    Ella entonces escupió en el lavado y se limpió el sobrante de pasta de dientes.
    
    Después de eso, la ducha fue bastante rápida, simplemente me enjaboné el cuerpo, sintiendo como el abrupto orgasmo me dejaba la piel hipersensible.
    
    Sin embargo, cuando volteé la mirada hacia mi madre, ella… ¡se había ido!
    
    Un sentimiento parecido a la culpa y al enojo me invadió. Decepción.
    
    Terminé mi ducha, me preparé y me fui a la escuela.
    
    Pasé todo el día en un estado casi febril donde sólo podía repasar las imágenes de esta mañana una tras otra en mi cabeza.
    
    Era un zombie. Casi literalmente, pues debido al inusual esfuerzo cardiovascular que me vi obligado a llevar acabo esa misma mañana, mis piernas apenas seguían mis indicaciones.
    
    Al volver por la tarde, el departamento olía a suavitel y a pollo rostizado. Mamá ...
    ... estaba en la cocina, cortando ensalada como si la vida fuera una sucesión infinita de hojas de lechuga, y no una serie de momentos ambiguos y desconcertantes como los que habíamos experimentado en los últimos días.
    
    Sobra decir que estaba en bragas y una camisa de vestir vieja que, curiosamente, apenas le cubría el culo.
    
    —¿Cómo te fue?
    
    —Bien. ¿Y a ti?
    
    —Tranqui. Hice unas compras y terminé el reporte que tenía pendiente.
    
    Me ofreció un plato y nos sentamos a comer juntos.
    
    La plática fue… normal. Literalmente, normal. Ninguno de los dos se estaba esforzando por que este teatro funcionara, simplemente… así era.
    
    Y la tarde pasó así… como cualquier otra.
    
    A las casi 10 de la noche, mamá simplemente pasó por fuera de mi cuarto.
    
    —Voy a dormirme ya, hijo. Estoy muerta —anunció, y no supe si era literal o figurado.
    
    —Yo también estoy cansado —le respondí, y ella asintió, quedándose un segundo de más en la puerta, como si no estuviera segura de si debía entrar o no.
    
    —Oye, mañana hay que volver a correr, ¿eh? —me dijo, con tono de advertencia.
    
    —No sé si mi cuerpo vea el mañana —reímos suavemente. Ella me miró a los ojos y después agregó.
    
    —Gracias por siempre seguirme en mis planes, hijo. Me gustaría recompensarte por ser el mejor hijo del mundo. —dijo, y pasó para sentarse en mi cama.
    
    —¿A qué te refieres? —pregunté, dándole la espalda al escritorio para mirarla de frente.
    
    Mamá se encogió de hombros, pero la sonrisa tenía filo.
    
    —Lo que tú ...
«12...678...11»