Mi hermana novicia y mi tía monja
Fecha: 11/10/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... tía sonriendo de pronto – Es que aún no acabo de asimilar que mi sobrino Caín es un hombre hecho y derecho, un universitario ya licenciado que ha vivido en la gran ciudad, e incluso en el extranjero, liberado de la supervisión de sus rígidos familiares. Y supongo que tu habrás sido en más de una ocasión, uno de esos privilegiados con los que tus compañeras copulaban, porque hay que reconocer que como hombre eres bastante hermoso.
-Tengo veinticinco años, he vivido en una residencia de estudiantes, donde cohabitábamos estudiantes de ambos sexos, y como es lógico follábamos como locos, todo lo que podíamos. – le dije un poco molesto al creer que mi tía me quería tomar el pelo y para escandalizarla, pero al ver que no pestañeaba, intenté suavizar mi tono diciendo en tono de disculpa – Pero desde que volví a este pueblo no me he comido una puñetera rosca, quizás por eso estoy también un poco irritado y me comporto algo grosero.
Ante mi sorpresa tanto mi tía como mi hermana siguieron comiendo sin darle mayor importancia a las palabras que acababa de decir, y como si lo que había dicho fuera algo de lo más natural. De pronto mi hermana levanto la cabeza y mirándome con sus hermosos ojazos verdes me pregunto:
-¿Caín, con cuantas mujeres has estado? ¿Te has enamorado de alguna?
-No sé a qué viene esa curiosidad, y no te voy a decir con cuantas he estado, - dije un tanto sorprendido y mirando de reojo a Eva que me miraba esperando mi respuesta con la misma curiosidad que ...
... Salome – lo que si te diré que no me he enamorado nunca. Quizás alguna me ha atraído más que otras, pero nunca me he sentido enamorado, ni creo que exista ese sentimiento, quizás se puede sentir ternura, cariño, afecto, o incluso entusiasmo, pero lo que sí sé que realmente existe es un placer tremendo al copular, que para mí es amar intensamente, aunque creo que el amor por muy sincero que sea, es también efímero.
-Me parece Salome, que tu hermano no sabe realmente con cuantas ha estado, y supongo por lo que acaba de decir, que tampoco con cual lo ha hecho más veces. – me sorprendió Eva al decirlo, pues es lo último que me esperaba – Creo que Caín es un pícaro embaucador, que si tus padres o cualquiera de tus abuelos estuviesen vivos y supiesen de sus andanzas y sus escarceos amorosos se volverían a morir del susto.
-No está equivocada del todo la tía, - le explique a mi hermana ya más liberado del miedo a ofender a Eva – pues es verdad que no se con cuantas, pero si recuerdo con la que más me habría gustado hacerlo y no solo se negó, me soplo una bofetada que aún me duele.
-¿Y desde que estas aquí como te apañas? – me pregunto de nuevo asombrándome Salome – Si desde que llegaste no te has comido una rosca, como tú mismo has dicho, ¿te masturbas mucho?
-Pero como se te ocurre preguntar semejante cosa. – dijo Eva a la vez que soltaba una carcajada – Pues claro que lo hará, como cualquier hijo de vecina. Pero mejor cambiamos de tema y vamos a descansar un rato, que ...