1. Mi hermana novicia y mi tía monja


    Fecha: 11/10/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... también pienses que debe ser monja.
    
    -No ni mucho menos, - le conteste con seguridad – lo que realmente me gustaría es que Salome haga lo que ella crea conveniente, si quiere ser monja, que lo sea, si quiere estudiar que estudie, pero lo que a mi realmente me gustaría es que se quedase a vivir conmigo y que me ayude a llevar los negocios que vamos a heredar.
    
    -De momento tengo que pensármelo, - dijo sonriente y agradecida mi hermana – Por lo pronto, y la tía ya lo sabe, voy a dejar el convento. En cuanto a los estudios dame un año para decidirme.
    
    -Lo que tú quieras, se supone que eres una mujer libre. - pero les dije a continuación como si de una orden se tratase – Pero lo que no voy a permitiros es que os neguéis a ir de compras. Vamos a compraros ropa decente, que parecéis mujeres de hace siglos, debéis compraros ropa que resalte vuestra más que evidente, pero escondida belleza, pues más que tía y sobrina parecéis hermanas. Ni tampoco voy a consentir que Eva renuncie a sus derechos, y si legalmente no se puede conseguir que recupere su parte de la herencia, Salome y yo le cederemos de forma gratuita la parte suya mediante una venta por un euro.
    
    -¿Y qué pretendes que sea una monja rica? – me dijo Eva riendo – No me lo permitirán en la orden.
    
    -Pues salte de monja, - dijo alborozada Salome abrazándose con evidente cariño a Eva – el hermano de mi madre que está en Roma puede arreglarlo todo, y por fin, recuperas tu vida, que aun eres joven. Además, yo quiero ...
    ... seguir a tu lado, ya lo sabes.
    
    Entonces me di cuenta de que entre ellas había algo mucho más profundo que el simple parentesco, pues era evidente la fascinación que Salome sentía por Eva, y por la forma con que nuestra tía me miro entre avergonzada y sofocada, mientras mi hermana no soltaba su abrazo, me confirmo que entre ellas existía un cariño fuera de toda duda, incluso por su imprudente proceder se podría decir que la más joven estaba enamorada como una colegiala de su tutora, o quizás solo fuese mi calenturienta mente. Para que no se dieran cuenta de los pensamientos obscenos que me asaltaron, y para que se rompiese la incomodidad que parecía agobiar a la monja, dije jovialmente:
    
    -Estoy de acuerdo contigo Salome, a mí también me apetece mucho que la tía Eva se decidiese venir a vivir con nosotros, es quizás la única familia que nos queda y si sigue de monja la perderemos para siempre. ¿Me dais a mí también un abrazo?
    
    Tal como la estaba abrazando y sin soltar uno de sus brazos que la rodeaba el cuello, Salome se apartó un poco de Eva y extendió su otro brazo hacia mí, para que me uniese a ellas en un abrazo triple. Sin dudarlo abrace por la cintura a mi hermana e hice lo mismo con Eva, que al notar mi mano sobre su cadera tuvo un estremecimiento, pero no dijo nada, solo se dejó abrazar por sus sobrinos, pero se puso roja de forma violenta, dando la impresión de que su bella cara iba a explotar, cuando yo y Salome la dimos un cálido beso en sus mejillas, y el mío muy ...
«12...8910...20»