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Mamá follando desnuda en la playa
Fecha: 16/10/2025, Categorías: Incesto Autor: elquefolla, Fuente: TodoRelatos
... de besarme con ella. A veces retiraba ligeramente su boca para suspirar y gemir, pero enseguida mi boca cubría ávida la suya, y así, poco a poco, aumentando lentamente el ritmo del mete-saca, me la fui follando hasta que, por fin, nos corrimos a la vez, chillando ambos. Permanecí sobre ella unos minutos con mi verga dentro de su coño, no sé cuántos. Fue “el polla gorda” al que escuché decirme: ·Si no quieres que os pille tu papi, mejor será que os vayáis metiendo en el agua para limpiaros, que nos tenemos que marchar. Perezoso, me incorporé despacio del suelo, dejando a mi madre tumbada bocarriba sobre la arena. También fue “el polla gorda” el que, inclinándose hacia ella, la levantó en brazos del suelo y me la ofreció a mí. ·Llévatela también a ella y te la cepillas si quieres. Entendí que quería decir más bien que la limpiara la arena, la crema y el esperma, no que me la volviera a cepillar, a follar. La cogí de sus brazos y, aunque no tenía la fuerza del primo de mi padre, llevé a mi madre en brazos hasta el mar y, caminando unos metros dentro, cuando el agua me llegaba por la cintura, la deposité sobre el agua. Sumergiéndome con ella, me limpié con el agua y también a ella, al tiempo que la daba un buen repaso, que, con la excusa de limpiarla, la magree bien las tetas, el culo, el sexo, … todo. Y, cuando por fin salimos del agua, fuimos de la mano. Tiraba yo más bien de su mano ya que no estaba precisamente en estado normal, estaba como ...
... adormilada, drogada. Quizá fue el café que tomó, el bochorno que pasó con las vecinas, los azotes que recibió de su amante o los polvos que la echamos, especialmente los míos, los de su hijo. Completamente desnudos seguimos a “el polla gorda” que, vestido, iba varios metros delante de nosotros. Al llegar al coche aparcado, el tipo me dijo: ·Siéntate delante, en el asiento de copiloto, y con tu madre encima de ti. Asombrado le pregunté: ·¿Y nuestra ropa? ·Luego. Venga sube, que nos vamos o ¿prefieres que os dejé aquí? Fue su respuesta y, sin pensármelo dos veces, me monté en el deportivo, colocando a mi madre encima de mí. Completamente desnudos íbamos mi madre y yo en el asiento de copiloto. Sentada sobre mi regazo, sobre mi cipote, éste se iba entonando cada vez más y notaba como mi madre también lo sabía y la gustaba la muy puta porque cada bote que daba el deportivo ella lo acentuaba todavía más, brincando y saltando sobre mi polla, ésta ya palpitaba, así que, en uno de esos saltos, la cogí por la cintura y la metí directamente mi verga por el agujero de su culo. La escuché emitir un ligero chillido, pero no se quejó más, sino más bien lo contrario, suspiró y gimió de placer, mientras ”el polla gorda” al volante, se reía a carcajadas, cogiendo los baches más profundos y las curvas más pronunciadas, para placer de mi madre y mío. Si no tardaba tanto en correrme es porque ya llevaba varios polvos echados antes y no me recuperaba tan rápido como mi ...