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Su última adquisición, Cap. 9
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: tripleG, Fuente: TodoRelatos
... bondad de Justin en su lugar. Parecía curiosamente vulnerable, como si nada de esto fuera obra suya. “Señor, lamento haberle hecho daño.” “Lo sé.” “¿Pero sigue siendo mi amo?” “Sí, claro,em. Solo estoy ejerciendo mi derecho a hacer contigo lo que me plazca. Que te guste o no, me da igual.” No dijo nada más, asintió y retrocedió, con Dylan y el larguirucho Dominante, Jon, a cada lado de ella y escoltándola hasta la oficina exterior. Algunas secretarias levantaron la vista de su trabajo, sin conmoverse demasiado al ver a una mujer desnuda y esposada caminando por la oficina. Varios abogados y un cliente permanecieron tan tranquilos como el resto de la sala. Tan surrealista, tan extraño, como una película o un programa de televisión nocturno en un canal para adultos. La humillación y el suspense de los siguientes minutos llenaron de asombro aem. ¿Cómo podrían salir airosos de este plan descabellado? Llevada a toda prisa a los ascensores, esperó entre las garras de los dos competentes amos mientras estos hacían sonar el timbre del ascensor de servicio, actuando como si el transporte de una esclava desnuda fuera algo común. Quizás, en el mundo de Dylan Kincaid, el acto no fuera tan asombroso ni carente de precedentes. Quizás por eso el personal de la oficina seguía con su rutina con tanta desconsideración. ¿Estaban todos relacionados con el Gremio? Parecía la única conclusión lógica. Pero esta pregunta, como docenas más, quedaría sin respuesta, archivada por ...
... un tiempo, hasta algún momento del futuro, cuando ella pudiera encontrar una explicación. Al abrirse la puerta del ascensor,em ya sintió el frío de una tarde fresca poniéndole la piel de gallina. Se estremeció cuando la empujaron hacia adelante y le dieron la vuelta. Aunque estuvo fuera de la vista del público por unos segundos, la esclava asustada sintió poco alivio mientras los tres descendían rápidamente al aparcamiento. En cuanto se abrió la puerta, otra oleada de ansiedad la invadió, junto con el frío aire de octubre. A lo lejos, al fondo del aparcamiento, había hombres de negocios y una mujer elegante con un traje claro.em se recordó a sí misma apenas una hora antes, llegando a la cita, vestida con ropa de diseño. ¡Cómo cambió todo tan rápido! Y sin una sola protesta. Esa mañana,em siguió las órdenes de Justin confiando en él, sin tener ni idea de que se vería expuesta a un mundo que la vería así y que no parecería importarle. Ni siquiera la curiosidad atrajo las miradas de quienes estaban al otro lado del aparcamiento. El coche la esperaba, como había dicho Dylan: un sedán marrón con asientos de cuero y un arnés de hombro para sujetarla. Viajaría desnuda, con las manos incómodamente sujetas tras la espalda por las esposas de acero. Para hacer la postura más extrema, le colocaron una barra separadora entre las rodillas, sujeta a cada lado con correas, forzándole a abrir bien las piernas y dejando al descubierto su sexo. Por suerte, con la puerta cerrada, ...