1. Mónica DELUX (1): Primavera, tres pollas jóvenes y mi culito.


    Fecha: 23/11/2025, Categorías: Anal Autor: Monica DELUX, Fuente: CuentoRelatos

    ... aquello era algo excepcional que posiblemente no se repitiese en mucho tiempo. Añadieron que no era fácil encontrar a una chica que se dejara dar por el culo con facilidad y tenían que aprovechar la ocasión. Alonso proclamó que, siguiendo un orden estricto, le correspondía ser el primero y se dispuso a pasar a la acción. Pero antes sacó de su mochila una lata de refresco, tomó un poco y jugó con el líquido en su boca. Con un gesto me pidió que reclinara el tronco y que me apoyara con las manos en un arbusto. Con mi culo a su merced, escupió sobre mi ano y repartió aquella especie de baba por el contorno. Acto seguido colocó la verga y comenzó a follarme con ganas. Posiblemente inspirado por cómo lo había hecho Pedro un rato antes. El caso es que aquello que escupió en el agujerito resultó ser mano de santo, porque la verga entraba con suma facilidad y no sentí ningún dolor. De vez en cuando paraba para volver a ensalivar la zona.
    
    De esa forma comenzó una segunda sesión de sexo frenético y agotador. Los tres se turnaron y emplearon tan a fondo como pudieron. Mis gritos y súplicas fueron en aumento a medida que las enculadas se repetían, en todas las posiciones que nuestras mentes perversas fueron capaces de imaginar. Y es que mis tres amigos consiguieron lo que jamás había logrado nadie: que perdiera la cabeza y suplicase que me follaran hasta la extenuación. ¡Y vaya si lo consiguieron! Me había costado bastante paciencia y una buena parte de mi dignidad, pero he de ...
    ... reconocer que mereció la pena…
    
    A partir de entonces perdí la noción del tiempo… y del espacio. Llegó un momento en que no sabía qué hora era o dónde estaba. Lo único que me importaba era que me follasen hasta saciarme o hasta que ellos renunciasen. El culito no tardó en resentirse y decir basta, a pesar del invento salival de Alonso. Pedro fue el último en repetir y, por más que me esforzaba en seguir aguantando, su polla no pudo entrar sin arrancar de mi garganta alaridos de dolor. Pero aquella circunstancia no pareció importarle en cuanto le ofrecí la alternativa vaginal. Mi coño fue nuestra tabla de salvación para seguir follando durante un rato más. Al estar prácticamente descansado y bien lubricado con el fruto de mis incontables corridas, el roce producido por aquellas tres pollas era infinitamente menor.
    
    Tras quedar saciados los cuatro, descendimos y llegamos al arroyo que desembocaba en la poza, esa en la que nos habíamos estado bañando varias horas antes. Al verlo aceleré el paso y me apresuré a meterme en el agua. Sentía la urgente necesidad de refrescar mi culito escocido y maltrecho. Por otro lado, tenía todo el cuerpo pringoso por el semen de mis tres machotes y un olor a perra en celo que tiraba para atrás. No quiero imaginar lo que habría pensado cualquiera que se hubiese cruzado conmigo.
    
    Al llegar a Ronda nos despedimos efusivamente y Alonso se empeñó en acompañarme a casa. Agradecí su gesto galante, pero sospechaba que pretendía decirme algo de cierta ...