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Presa escurridiza - Cap 12
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: tripleG, Fuente: TodoRelatos
... sentada, en la orilla, pensando y meditando y sintiendo un poco de pena de sí misma. Había querido fabricarse una leyenda, como la escurridiza Chica-elfo, pero al parecer lo había hecho un poco demasiado bien. Ahora parecía estar en peligro de convertirse en la inalcanzable Chica-elfo, si es que no era ya también la demasiado problemática Chica-elfo, o peor, la totalmente olvidada Chica-elfo. Bueno, tal como estaban las cosas no tenía sentido quedarse allí sentada. Se puso de nuevo en pie y se estiró, bostezando. Deseaba una ducha de agua caliente, pero se conformaría con el baño de agua fresca que el río le podía proporcionar. Había una poza en el otro extremo que le serviría de bañera. Sólo le hubiera gustado tener un poco de jabón, pero si el fondo de la balsa era tan arenoso como el lecho del río, podría usar puñados de arena para restregarse. Extendió la manta sobre un tramo de grava bien lejos del agua, se quitó las botas y las puso al lado de la manta. Mientras se desnudaba, seguía mirando a su alrededor. Después de tanto tiempo sin ver a nadie en absoluto, se imaginaba que un hombre se tropezara con ella... por pura casualidad... en aquel preciso momento. Nadie lo hizo, sin embargo, y Kimberley sintió una sensación de alivio mezclada con una cierta decepción. Se metió en la corriente, llevándose la ropa con ella. También podía lavar un poco. El agua no estaba demasiado fría y, cerca de la ...
... orilla, no era demasiado profunda. Se arrodilló y empezó a lavar la ropa primero. En realidad, no era tanto lavarla como remojarla, escurrirla y repetir el proceso. A medida que terminaba con cada pieza la arrojaba a la orilla, cerca de la manta. Ya estaba. Ahora era su turno. Se metió con cuidado en la poza. Era un poco más profunda de lo que esperaba. Con los pies en el fondo, arenoso y con grava, el agua le llegaba casi hasta los pezones. Pero justo desde encima de las rodillas hacia abajo, ¡el agua estaba helada! Bueno, no había nada que hacer al respecto. Respiró hondo y se sumergió por completo. Salió temblando y balbuceando y se dirigió a aguas menos profundas y ligeramente más calientes. Tomó un puñado de arena y empezó a frotarse… con cuidado. No era tan eficaz o satisfactorio como jabón y agua caliente, pero era mucho mejor que nada. Había aprendido aquel truco hacía años de una anciana mejicana de un pueblo, donde el jabón y el agua caliente eran muy escasos. Lo último que hizo fue acercarse de nuevo hacia el borde de la poza. Esta vez respiró a fondo varias veces, tratando de preparar los nervios para aguantar aquel agua fría, fría. Finalmente, se zambulló, esta vez de cabeza. Salió jadeando, con un hormigueo en la piel por la abrasión y el frío, de cara a la otra orilla. Lo primero que vio fueron un par de botas. Con el corazón palpitando, alzó la vista lentamente. "Hola." Le sonrió Greg.