(5) Desorden
Fecha: 18/02/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... tensiones, y el sexo sirve para eso y más, me miró y su rostro estaba enrojecido, pero no retiró los dedos, yo había rebajado la presión, podía retirarles sin problemas, y me preguntó que sugerencia tenía.
Nada más simple que un revolcón, sin motivos personales, y después valoramos que aportamos cada uno, una arruga en su frente me dijo que no lo entendía y le expliqué que era una forma de empezar una amistad, pasamos de conocidos a construir una amistad partiendo del sexo entre desconocidos.
Ella alegó que era una tía gorda, que causaba repulsa y su familia no la dejaba en paz, le dije que se olvidara de eso, y que sus carnes eran una cosa, no era una belleza pero no era fea, guapa en mi opinión, y si cambiara un poco su forma de vestir ganaría puntos.
No entendía que eso de puntos, le expliqué que eran puntos de atracción sexual, de nuevo enrojeció desviando la mirada.
Me preguntó muy alterada que tendría que hacer, dije que nada, dejar a la naturaleza seguir su curso, no pensaba tirarla encima de la cama, todo requería su momento.
Y le expliqué que el fin de semana era un buen momento, en una pequeña ciudad, descubrir la ciudad en la noche, ese paseo nocturno puede tener variantes, unas copas, y dejar a la naturaleza seguir su curso, un largo beso en la penumbra de unos arcos, y como no apuntar al sexo, y le preguntó cómo era eso y sin más empujando sus dedos, le dije que lo primero que quería de ella eran sus bragas, y que ahora mismo me las guardaría en el ...
... bolsillo, pasó del ligero rubor a un granate oscuro y apreté un poco más, le dije que me gustaría quitárselas yo.
Y una vez que hubo bajado el cierre le dije que se sentara en una de las sillas, se sentó recostándose cerrando los ojos. Y se la quité despacio, y aproveché para otra vuelta de tuerca, procuré impedir que juntara las rodillas, eso hizo que siguiera con los ojos cerrados, y me guardé en el bolsillo sus bragas, abrió los ojos, parecía fatigada.
Miró la hora y corrió a cerrar la caja, tenía que enviar los datos del día, cerró todo y salió cerrando todo, yo me había sentado en otra silla junto en la que ella había estado, le señalé su silla, dejó todo encima del mostrador y se sentó, le señalé mi cremallera, de nuevo rojo subido en su rostro, pero obedeció, y tras empujarla de la misma forma se hizo con el penetrador muy tranquilo, le dije que no nos marcharíamos hasta que le despertara, y si sabía lo que era hacer una paja, aunque su estilo era primitivo. Estaba muy nerviosa, aunque no lo entendía ya que debía estar entre los 35 y 40 años, sin dejar que terminara nos marchamos, en su casa llamó a alguien, abriría un familiar ella dijo que se iba de fin de semana.
Era tarde cuando llegamos a un pueblo de Castilla-León, le dije de dejar todo en manos del destino, vieja ciudad vaccea, buscamos un hotel y luego nos fuimos a tomar algo, el reloj de la iglesia señalaba las 11:20, y cogiéndose de mi brazo me dijo que estaba bloqueada, que no la dejé respirar y el ...