Papito (II) by Francesca Duval
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuartito, para ir al baño, y cuando mi abuelo estaba presente, ya que él tenía la llave. Mi tía me traía todo los días la comida hasta el cuartito y me entregaba por una abertura, que mi abuelo había hecho en la puerta. Cuando pasó el mes de castigo, me dejaron salir, pero solo para trabajar en los sembradíos de mi abuelo. Salíamos en la madrugada, y cuando regresábamos a la casa al atardecer, después de cenar, me volvían á encerrar hasta el día siguiente. Así estuvimos por casi todo ese año, mis músculos se volvieron más firmes, y mi piel se volvió casi negra por el sol, crecí bastante, era tan alto como mi abuelo, mis manos se volvieron callosas, y mi cuerpo se volvió fibroso y duro, y me volví taciturno, ya que no me dejaban hablar aún, ni con mi prima, ni con mi hermana, así que muy raramente hablaba con alguien, porque mi abuelo era de pocas palabras, y mientras trabajábamos no hablaba, solo raras veces, casi siempre era para darme una orden. Los domingos, me mantenían encerrado en el cuartito, mientras ellos salían al pueblo, y pronto me acostumbré a esa vida.
Cerca de la Navidad, y cuando ya tenía 15 años cumplidos, la vigilancia sobre mi, se relajó un poco, con lo comencé a ir a pescar al arroyo, siempre que iba mi abuelo ó mi tío, y en una de las pocas oportunidades, en que pude hablar con mi hermana, esta me contó que había logrado ocultar el dinero, que yo tenía ahorrado, y que ella y mi prima, habían estado costurándo y bordando, para vender lo que hacían en ...
... el pueblo, y que el dinero que ganaban lo estaban ahorrando, y que cuando yo quisiera, nos podíamos escapar de nuevo, ya que mi hermanita me dijo que no podía vivir sin mi. Quedamos de esperar, a que se presente una mejor oportunidad, mientras tanto, mi hermana averiguaría en el pueblo las rutas, y a donde nos podríamos dirigir.
No tuve otra oportunidad de hablar en privado con mi hermana, hasta después de año nuevo, en que ella se escapó por la ventana, una noche en que mi abuelo y mi tío no estaban, y vino a verme, porque sabía que ya no me cerraban con llave. Cuando entró al cuartito, nos desnudamos é hicimos el amor como locos, ya que no lo hacíamos desde hacía casi 8 meces. El cuerpo de mi hermanita estaba más pleno, y sus pechos estaban más grandes y llenos, su cintura era más estrecha, y su cadera más ancha, sus nalgas eran redondas y paraditas, alrededor de su sexo le había salido un bello oscuro y suave, y había crecido bastante, parecía una pequeña mujer de 12 años. Mi pene estaba más grande y grueso, y cuando se lo metí en su vagina, ya no la sentí tan estrecha, y creo que los dos gozamos mucho más, unido al hecho, de que hacia tanto tiempo que no lo hacíamos. Mi hermanita se quedó conmigo casi una hora, en la que hicimos cuatro veces el amor, tres veces por su mojada vagina, y una vez por su culito. Casi no hablamos, mientras hacíamos el amor, gozando de nuestros cuerpos después de mucho tiempo, chupé su sexo y ella el mío. Por miedo a que regresen antes de lo ...