1. Ari: Prisionero de Mi Piel XVII


    Fecha: 06/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mirándome como si fuera el dueño de todo lo que yo era. Yo estaba de pie, nervioso, con los dedos entrelazados, esperando sus palabras.
    Jordan (con voz grave, burlona):
    
    —Ya basta, Ari. Esa tal Camila sobra. No quiero que vuelvas a hablar con ella.
    Yo (temblando):
    —Pero… es mi mejor amiga desde siempre, Jordan. Ella me entiende, me escucha…
    Jordan (levantándose y acercándose a mí, imponente):
    —¿Me estás contradiciendo? ¿Acaso ella te hace sentir como yo? ¿Acaso ella te toca como yo?
    Me quedé en silencio. Sentí su aliento caliente en mi cuello, mientras me sujetaba la barbilla obligándome a mirarlo.
    Jordan:
    —No, muñeca. Y si quieres seguir conmigo, vas a llamarla ahora y le vas a decir que se acabó.
    Tragué saliva. Mis manos sudaban. Tomé el celular con miedo, mientras Jordan me abrazaba por detrás, acariciándome la cintura como quien maneja un títere. Marqué el número de Camila y puse el altavoz.
    Camila (con voz alegre):
    —¡Ari! Justo te iba a llamar, ¿cómo estás?
    Mi corazón se apretó. Cerré los ojos, dudando. Jordan me apretó más fuerte contra su cuerpo.
    Yo (con voz entrecortada):
    —Cami… yo… necesito que no vengas más a mi casa. No podemos vernos más.
    Hubo un silencio largo al otro lado de la línea.
    Camila (herida):
    —¿Qué? ¿De qué hablas, Ari? ¿Qué te está pasando? ¡Eres mi mejor amigo!
    Yo (llorando):
    —Es mejor así, créeme…
    Camila (con tono firme):
    —No, Ari. Yo sé que alguien te está manipulando. ¿Es ese Jordán? ¿Es él el que te obliga?
    Jordan ...
    ... (interrumpiendo, con voz burlona):
    —Sí, princesa. Soy yo. ¿Algún problema?
    Escuchar su voz en el altavoz me destrozó.
    Camila (furiosa):
    —¡Cobarde! ¡Lo estás usando! ¡Lo estás destruyendo! Ari, abre los ojos, por favor.
    Yo (gritando, entre lágrimas):
    —¡Basta, Camila! ¡No entiendes nada! Yo… yo lo elegí a él.
    Hubo un silencio pesado. Después, escuché su respiración quebrada.
    Camila (llorando):
    —Entonces no tengo más que decirte. Pero recuerda esto, Ari: no es amor lo que sientes, es una cárcel. Y cuando quieras salir, yo voy a estar… si es que todavía queda algo de ti.
    La llamada se cortó. Me quedé con el celular en la mano, llorando. Jordan me lo quitó y lo arrojó sobre la cama. Luego me besó con fuerza, como si acabara de reclamar un trofeo.
    Jordan (sonriendo):
    —Muy bien, muñeca. Ahora eres solo mía.
    Me empujó suavemente contra la cama y comenzó a recorrerme con sus manos. Yo quería resistirme, pero mi cuerpo ardía. Afuera, el silencio de la casa no era tan real: sabía que mi madre estaba en la sala, y sentía que Camila había venido, porque escuchaba murmullos detrás de la puerta.
    Cuando los primeros gemidos se escaparon de mis labios, escuché golpes en la puerta.
    Mamá (desesperada, gritando):
    —¡Ari, por favor! ¡No dejes que te haga eso! ¡Él te está destruyendo!
    Camila (llorando, suplicando):
    —¡Sal de ahí, Ari! ¡Reacciona, por favor!
    Pero Jordan me cubrió con su cuerpo, atrapándome, y acercó su boca a mi oído.
    Jordan (susurrando con malicia):
    —Que escuchen, ...
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