1. Don Pancho el conserje se cogió a mi hija (continuación)


    Fecha: 31/12/2025, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... todo, no solo mi matrimonio y mi reputación ante mi familia, sino también arriesgaba mi futuro. Mi marido me había sacado de trabajar desde que nos comprometimos y pude dedicarme de lleno a ser ama de casa, se aseguró de que nunca nos faltará comida, ropa y todo lo necesario para una vida digna. Quizás pasaba mucho tiempo afuera y no fue un padre muy presente y yo no supe ser buena madre, por eso mi hija se hizo libertina y se dejó seducir por este pinche viejo. Pero nadie es perfecto y el fracaso como padres es culpa de ambos, mi marido se esfuerza por nosotros y para colmo yo estoy aquí, desnuda en una conserjería mugrosa, buscando mi tanga entre un montón de calzones de otras mujeres igual de pecadoras que yo.
    
    Decidí que ya no volvería a entregarme a don Pancho por muy rico que coja, y no iba a darle la satisfacción de dejarle mi tanga como muestra de que me había hecho suya, aunque sería mentira decir que no disfruté entregarle mi cuerpo. Aunque mi marido no de el ancho en la cama y no tenga tanto éxito con las mujeres como don Pancho, la verdad es que eso es lo de menos en una relación duradera, él es responsable, cariñoso, fiel  y proveedor, eso lo hace mucho más hombre que don Pancho y por eso lo amo. Voy a pedirle que nos mudemos de aquí para alejarme de don Pancho y a mi hija le voy a dar una lección por golfa y prohibirle que vuelva a engañar a mi yerno.
    
    Pensaba todo eso mientras me ponía la tanga y me vestía con prisa como si mi vida dependiera de ello, y en ...
    ... parte así era. Cuando terminé, don Pancho ya estaba en el umbral de la habitación y me miró frunciendo el ceño. —¿A donde nalgona?, ni creas que me vas a dejar con las bolas llenas como la altanera de Alejandra, a ella sólo se lo dejo pasar porque su familia me da chamba jajaja
    
    —¡Apártese y no me vuelva a buscar viejo cochino! ¡No le basta con aprovecharse de mí en esta pocilga tan cerca de mi marido, sino que también quiere robarme los calzones!, ¡pues no!, no soy una mujerzuela más que pasa por su cama, yo sí exijo respeto.
    
    —Jajaja, así que de eso se trata mi reina. Te pones santurrona cuando te dan celos jajaja.
    
    —¿De qué se ríe, señor? Le digo que se quite o le juro que grito
    
    —Te recuerdo preciosa, que tú solita viniste a darme las nalgas cuando viste lo rico que me cogía a tu hija, se te antojó sentir mi vergota en la panocha ¿o no?, ahí no pensaste en tu marido ni en el qué dirán y esas mamadas; yo solo te di gusto. Y sí, una verga como la mía no está hecha para una sola mujer y te aseguro que, como tú, ellas vienen solitas a mi, con pocas he tenido que batallar y respeto a las que me han rechazado. Nunca he forzado a ninguna y no pienso hacerlo jamás. Así que la única infiel y desleal aquí es usted señorita Naomi, no sea hipócrita jajaja.
    
    Me quedé callada porque él tenía razón, me comporté como una golfa y le había fallado a mi marido, además de haberlo disfrutado todo. Se me llenaron los ojos de lágrimas y me cubrí el rostro con las manos de vergüenza, ...