-
Don Pancho el conserje se cogió a mi hija (continuación)
Fecha: 31/12/2025, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... no podía encarar ni culpar a don Pancho. Pero seguí repelando: —¿Ah sí?, pues usted tampoco es que sea la gran cosa, que tenga un pitote no le da derecho a meterse con mujeres ajenas, solo se busca viejas malcogidas tan desesperadas que le abren las piernas a un vejete como usted. Si fuera tan macho ya tendría una familia y la mantendría como Dios manda, pero nooo, solo es un conserje mediocre que se mete con cualquier güila. En cuanto dije eso me percaté de lo hiriente y absurdo que fue decir eso. —Jajaja, que buena descripción acabas de hacer de ti misma hermosa, ni siquiera yo he hablado pestes de las mujeres como acabas de hacerlo tú Nao jaja. Lo que pasa es que a la mayoría de ustedes las atolondraron desde escuinclas y les enseñaron que el sexo es solo para tener chamacos y que la acción acaba cuando el hombre se viene. ¿Y qué hay de fijarse en qué la vieja lo haya pasado rico también? Por eso ni notan lo malcogidas que estàn porque casi todos los cabrones de por aquí son unos pazguatos pendejos que solo quieren vaciar las bolas lo más rápido posible. Pero un verdadero macho como yo, que las coge y las hace gozar como Dios manda tiene que hacerlo todo a escondidas o los cornudos hacen un escándalo, ¿pero quién sufre más, ustedes o ellos? Bajé la mirada y enmudecí porque no supe articular ninguna buena respuesta, él decía la verdad, pues de lo contrario no podría haberse llevado a la cama a tantas, ya que no era precisamente guapo. —Ven mi amor, vamos a ...
... acabar lo que empezamos, a poco no estabas gimiendo como loca mi reina, y decías que no te gustaba por el chiquito jajaja. Dijo mientras me abrazaba estrujándome entre sus correosos brazos, me quiso dar un piquito pero se lo esquive y me dio tiernos besitos en el cuello y el cachete como respuesta. La verdad me gustaba como este viejo besaba, acariciaba y tocaba. Volví a sentir caliente la entrepierna. Don Pancho poco a poco bajó las manos hasta mi cintura queriendo apoderarse de mis pompis otra vez pero de inmediato supe que si lo dejaba seguir iba a terminar desnuda en su catre otra vez así que le aparte las manos de mi cuerpo y le dije con voz firme: —Ya le dije que no, ¿qué parte no entiende?, tengo que irme y no pienso volver aquí. Adiós señor. Enseguida abrí la puerta y me fui sin mirar la reacción de don Pancho, pero no lo oí decir nada. Y es que el hombre llega hasta donde la mujer le permite y cuando una dice NO con firmeza ni un hombresote como don Pancho puede contestar algo. Cuando iba subiendo media escalera vi a una vecina de nombre Emilia recargada en la pared como papaloteando, tenía como 29 años y era mamá soltera de un niño de 11; en cuanto me vio dijo —¿Conque eras tú eh?, jajaja mira nada más, quién viera a la mosquita muerta de Naomi No respondí pero le lancé una mirada torva que le borró la sonrisita de la cara y nada más se apartó de mí sin repelar cuando pasé a su lado. Luego escuché que bajaba, seguro iba a la conserjería, y como me ...