1. Tatiana Cap II: Juegos Lujuriosos


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dantestr, Fuente: RelatosEróticos

    ... desde atrás y capturaba delicadamente cada uno de sus pechos, atrapándolos con toda la extensión de sus manos, presionándola contra su cuerpo. Percibió el roce de la blusa de la Señora Marta contra su espalda al mismo tiempo que se iniciaban simétricamente las palpaciones sobre el costado de sus hinchados senos, para luego ser levantados como dos bolas de cristal y restregados entre sí.
    
    ―Según me explicó Benito, las mujeres que sufren de exceso de leche materna pueden generar durezas en las carnes blandas recién liberadas de la presión. Para evitarlo se deben hacer masajes que relajen las zonas de mayor tensión―explicó Marta―. Pero dime querida. ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas triste?
    
    Los masajes de su amiga habían desconcertado a Tatiana. Era un examen, pero tanto había anhelado las caricias de su marido ahí donde ahora le hacían aquellos sobajeos que no pudo evitar cerrar los ojos y dejarse hacer.
    
    ―¿Qué puede ser tan grave que no me puedas contar?―La insistencia de la Señora Marta la sacó de su ensimismamiento.
    
    En cualquier otra situación, hablar de la intimidad que compartía con Pedro la habría incomodado sobre manera. Sin embargo, las extrañas sensaciones que volvían a su cuerpo, las mismas del primer tratamiento aunque en menor intensidad, desinhibieron su razonamiento. Además, estaba con su mejor amiga. ¿A quién más podría contarle?
    
    ―Es Pedro, señora Marta―confesó Tatiana―. Anoche hicimos el amor.
    
    ―Eso es… lo más normal del mundo―aseguró Marta. Su voz ...
    ... sonaba agitada. Tatiana pensó que estaba cansada de amasar sus ubres, pero sentía tan bien que no le dijo que se detuviera.
    
    ―Sí, pero yo quería que me tocara mis pechos. Así como don Benito y usted lo hicieron ayer―se desahogó la joven―. Pero no quiso. Por más que se los ofrecí, los rechazó.
    
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    MARTA
    
    Desde el minuto que llegó había ansiado disfrutar de las productivas mamas de su hermosa vecina. Esperó toda la mañana, hablando de trivialidades, ayudándola en los quehaceres del hogar y atendiendo al pequeño Benjamín. No la dejaba hacer mucho; con la excusa de proteger su estado de salud, se adelantaba a cualquier esfuerzo que pretendiera realizar. Pero una vez que encontró la oportunidad dejó su paciencia de lado y, mordiendo el entusiasmo que bullía en su interior, le pidió a Tati que se desnudara con la excusa de examinarla.
    
    La inocente joven había tratado de evitarlo argumentando que no quería abusar de las buenas intenciones de Marta. Pero ella, confiada en sus dotes de embaucadora, insistió, explicándole lo importante que era controlar los resultados del tratamiento y descartar complicaciones inherentes al mismo. Así había vuelto a admirar de primera mano las increíbles tetas de su vecina, apenas disimulando los deseos que le provocaban. Aun cuando Tati había tratado de volver a ponerse el peto, Marta no dejó su papel de amiga preocupada, le quitó la prenda y la obligó a sentarse de espaldas frente a ella y ...
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