Me entrego al deseo y los dedos de mi hijo
Fecha: 03/01/2020,
Categorías:
Anal
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... disimulando trataba de separar los cachetes, su objetivo era ver mi ano, yo lo dejaba y no me resistía en nada, trataba de no hacer fuerza con las nalgas quería que tuviera lo que quisiera. Paso un rato largo masajeando, no puedo decir cuantos minutos.
-¿Te paso en el medio? También está morado
-Si mejor vos podes ver bien donde está morado.
Nuevamente el ruido del pomo sacando crema y siento que pone un poco de crema sobre el comienzo de la raya del culo. Empieza a pasar el dedo muy despacio de arriba hacia abajo, cada vez se acerca más al centro, se detenía a casi a un centímetro de mi esfínter. No paso un minuto y toca el ano con el dedo, yo me doy cuenta pero no reacciono, eso favorece a que él lo hago nuevamente una y otra vez, pero no intenta meter el dedo, sólo lo acariciaba, era una sensación hermosa. Tampoco quería que pasase todo el día, como siguiendo una conversación normal le pregunto.
-¿ya absorbió la crema?
-Sí, sí, ya casi
Me dice con una voz temblorosa.
-¿Te sigue doliendo?
-Sí me molesta hasta el roce de la bombacha.
-¿y porque no te la sacas y usas la remera larga que usas para dormir?
-Sí tienes razón, igual ya me viste la cola y acá no hay nadie que me pueda ver
-Jajaja si una cola mejor que la de las revistas.
-sí, claro de casos médicos, un culo de color violeta
-o de película, comoAvatar.
-jajaja
Ya estaba relajada parecía un juego que me excitaba según pasaban los minutos.
-Si tienes razón, alcánzame la ...
... remera larga que está en ese cajón que voy andar en la casa con ella
Me incorporo en la cama y mientras él abre el cajón, yo me saco la remera y quedo en corpiño.
Cuando me da la remera me la pongo, me paro y me saco la bombacha y se la doy.
-Toma, ponla en el cesto del lavadero.
-Bueno
Mientras va caminado, me saco el corpiño por un costado de la remera y le digo.
-Toma ya que estas lleva esto también.
La remera que usaba para dormir apenas llega hasta donde termina la cola, si me agacho solo unos centímetros quedo desnuda, él y yo lo sabíamos. Mientras él va al lavadero yo voy caminando despacio a la cocina, en realidad ya no sentía tanto dolor en los glúteos, pero caminaba con el miedo de sentir una puntada, pero llego tranquila a la cocina y me siento a esperarlo.
-¿Volviste sola?
-Sí, no puedo estar acostada todo el día y no comimos nada en todo el día, porque no vas a comprar algo para comer que yo mientras llamo a la doctora para hacerle una consulta y después cenamos.
Eso hicimos, llamo a la doctora para preguntarle como hago para ir al baño.
-Hola Cristina, habla Esther
-Sí hola ¿Cómo estás?
-Bien, te llamaba para una consulta. Resulta que traté de ir al baño pero no me pude sentar, ni para orinar porque me dio una fuerte puntada y me bajó la presión. Pero tengo que hacer caca y no sé si voy a poder sin que me pase lo mismo.
-¿Usaste la almohadilla?
-En realidad no consiguió la del baño, recién el lunes la tienen.
-Si ...